Eastern Europe and Central Asia

Feature Story

El amor y los preservativos: emisión sobre la importancia de los preservativos en Europa Oriental y Asia Central

05 Enero 2022

En la víspera del Día Mundial del Sida, la red de medios sociales en idioma ruso OK.RU organizó una emisión en directo, Telling the Truth (en español, Diciendo la verdad), como parte de un proyecto educativo que llevan a cabo ONUSIDA y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura desde 2015. El evento se realizó en colaboración con una revista popular, Domashniy Ochag, y estuvo dedicado al uso de preservativos y su relación con la epidemia del VIH en Europa Oriental y Asia Central. 

Durante la transmisión, que fue vista por más de un millón de personas, expertos y celebridades analizaron los mitos, conceptos erróneos, dificultades y temores más comunes relacionados con el uso del preservativo.

Antes de la emisión, se realizó una encuesta en línea a 1 050 personas de entre 18 y 60 años sobre lo que piensan los internautas rusos acerca de la protección contra las infecciones de transmisión sexual y lo que consideran que son las relaciones sexuales seguras. El estudio reveló que el 87 % de los encuestados había mantenido relaciones sexuales sin preservativo, y que los entrevistados de mayor edad presentaban mayores tasas de relaciones sexuales sin preservativo.

"El VIH ya ha llegado a la población general de esta región. En los últimos años, casi el 70 % de las nuevas infecciones están relacionadas con las relaciones heterosexuales.  Entre las personas de riesgo se encuentran las mujeres solteras de más de 35 años y los hombres y mujeres que ya no se preocupan por la anticoncepción y, por tanto, no utilizan preservativo", afirma Natalya Ladnaya, Investigadora Principal del Instituto central de investigación sobre epidemiología, Rospotrebnadzor. 

Entre las razones para mantener relaciones sexuales sin protección, los encuestados mencionaron con mayor frecuencia la "incomodidad de hablarlo con la pareja", señalada por el 41 % de ellos. Asimismo, otros motivos son la "confianza en la pareja" (35 %), la "incomodidad durante el coito" (20 %), el "miedo a estropear el romance" (31 %) y el "miedo a ser malinterpretado por la pareja" (19 %).

En la emisión apareció Masha Godlevskaya, que lleva 22 años viviendo con el VIH. Trabaja como consultora para la Asociación EVA, que proporciona servicios relacionados con el VIH. Explicó que muchas mujeres que acuden a la asociación para una consulta se avergüenzan de llevar preservativos por el estereotipo de que disponer de ellos significa que están disponibles y preparadas para el sexo.

"Tanto las mujeres como los hombres son víctimas de esta historia", dijo Godlevskaya. "Si un hombre insiste en tener relaciones sexuales sin preservativo, la mujer debe estar preparada para decir: "No quiero. No pretendo ofenderte, pero nada de sexo sin preservativo."

"Ayudamos a las mujeres a creer en sí mismas, a trabajar con un psicólogo, a luchar contra sus maltratadores, a construir nuevas relaciones en las que puedan hablar de todo con franqueza. Quiero que puedan defender sus cuerpos, sus derechos, y tomen las riendas de sus propias vidas", añadió.

Vera Brezhneva, embajadora de buena voluntad de ONUSIDA para Europa Oriental y Asia Central, señaló que muchas mujeres vulnerables al VIH nacieron en la época de la Unión Soviética, cuando no se promovían las relaciones sexuales seguras. "No sabía nada del VIH. En aquella época, la mayoría de nosotras sólo tenía miedo al embarazo. Creíamos en el amor como si este te protegiera de todo. No nos dijeron que el preservativo no es una protección contra los hombres o las mujeres, sino contra las infecciones".

Godlevskaya compartió su historia de cómo se infectó con el VIH. "Tenía 16 años. Él fue mi primer amor, y, como me pareció entonces, el último. Era una relación seria, había confianza y no sabíamos nada de la necesidad de usar preservativo".

Marina Travkova, psicóloga familiar y terapeuta sexual, señaló que los adolescentes son vulnerables al VIH y a otras infecciones de transmisión sexual. "Necesitan ayuda. No hay ningún lugar donde obtener información fiable. Estoy a favor de la educación sexual obligatoria en el instituto y de que haya preservativos en los aseos de los colegios. Siempre se lo recuerdo a mis hijos antes de salir: cartera, teléfono, cerebro, preservativo", dijo.

Para una gran parte de la población, especialmente los jóvenes, el coste de los preservativos es demasiado elevado, señaló Ladnaya. "Estamos debatiendo estas cuestiones con los socios, y esperamos que haya programas gubernamentales de apoyo a la producción de preservativos. Hay organizaciones no gubernamentales que los ofrece de forma gratuita, pero creo que deberían estar disponibles en cada paso", dijo.

Al hablar de la idea de que el sexo con preservativo es peor que sin él, la razón por la que la gente no suele utilizarlo, los ponentes señalaron que la comodidad podría estar relacionada con la calidad y el tamaño del preservativo, así como con un conocimiento insuficiente de cómo utilizarlo correctamente, así como el lubricante.

Grisha Tumanov, periodista y blogger y autor del podcast Man, Where Are You Going?(en español, ¿A dónde vas?), comentó la pregunta de un espectador: "¿Es necesario el preservativo si se trata de amor, que presupone la confianza mutua?" Señaló que "no tenemos costumbre de hablar de temas delicados, de lo que se espera de las relaciones, incluidas las sexuales. Y el amor no exime de responsabilidad. Esto no ocurre en la edad adulta. Sois responsables los unos de los otros". 

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“Ser consciente del derecho a la salud reproductiva y al futuro comienza por la educación sexual”

18 Octubre 2021

“Tengo 18 años, y ya estoy pensando en casarme. En nuestra zona, las chicas se casan pronto. Me preocupa que, siendo seropositiva, no sea capaz de encontrar novio, lo que implicaría no formar una familia,” declara Sayora Akmatova (nombre ficticio), participante en la campaña de formación en educación sexual para adolescentes que viven con el VIH en Osh, Kirguistán.

Más de 60 jóvenes que viven con el VIH, así como sus padres, de diferentes provincias de Kirguistán, han participado recientemente en una serie de formaciones acerca de la educación sexual, la salud reproductiva y la prevención de la violencia, organizadas por Araket Plus y Reproductive Health Alliance Kirguistán.

“Los jóvenes y adolescentes que viven con el VIH están expuestos a varios tipos de violencia, por ello existe la necesidad de integrar los programas de prevención y tratamiento del VIH con aquellos sobre educación sexual, salud reproductiva e igualdad de género. A través de estas plataformas, queremos asegurar que los jóvenes que viven con el VIH reciben una formación completa que incluya habilidades de liderazgo, saber cómo identificar y abordar la violencia y cómo superar el autoestigma,” alega Meerim Sarybaeva, directora nacional de ONUSIDA para Kirguistán.

Durante la formación paralela para los padres de los jóvenes con el VIH, se trataron temas como los retos psicológicos y las limitaciones personales, la importancia de la comunicación interpersonal y la necesidad de comunicar temas difíciles y delicados a los niños , tales como los métodos anticonceptivos, el uso del preservativo y las infecciones de transmisión sexual.

Uluk Batyrgaliev, tutor en salud sexual y reproductiva en Reproductive Health Alliance Kirguistán, trabajó con un grupo de padres de jóvenes que viven con el VIH, y habló de cómo sus temores suelen girar en torno al futuro de sus hijos.

“Me sorprendió escuchar cómo los padres de estos jóvenes seropositivos estaban de acuerdo en casar a sus hijos entre ellos, evitando así infectar a los “limpios”,” declaró Sr. Batyrgaliev. “El término “limpio” lo usan con frecuencia los padres para describir a las personas seronegativas. Es increíblemente autoestigmatizante”. 

Galina Chirkina, directora ejecutiva de Reproductive Health Alliance Kirguistán, recalcó que la relación entre los problemas de salud sexual y reproductiva y el VIH es evidente para los profesionales, pero no siempre lo es para los demás, o para los adolescentes que viven con el VIH.

“Enseñamos a los jóvenes que viven con el VIH a entender cómo llegar a tener una vida sexual satisfactoria y cómo pueden planificar un futuro y una familia. Ser consciente del derecho a la salud reproductiva y al futuro comienza por la educación sexual.”

El sistema educativo de Kirguistán no incluye clases de educación sexual para los jóvenes en los colegios. Sin embargo, voluntariamente, los profesores pueden escoger cursos de estilos de vida saludables que incluyen lecciones específicas de educación sexual para los estudiantes de instituto. En 2014, con el apoyo del sistema de las Naciones Unidas, se elaboró en Kirguistán un plan de estudios acerca de estilos de vida saludables, que se recomendó para todas las escuelas del país.

Estas formaciones se organizaron en el marco del programa de cooperación regional sobre enfermedades infecciosas, ejecutado por la delegación nacional de ONUSIDA para Kirguistán y financiado por el Gobierno de la Federación de Rusia.

Press Statement

ONUSIDA condena firmemente la violencia contra los activistas LGBTI en Tiflis, Georgia

GINEBRA, 7 de julio de 2021—ONUSIDA condena con ejemplar firmeza los ataques a los activistas y periodistas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) en las oficinas de Tbilisi Pride y las zonas circundantes, que han forzado la cancelación de los eventos del Orgullo Gay en la ciudad. ONUSIDA expresa su solidaridad con todas las personas LGBTI en Georgia.

«La impactante violencia sufrida por activistas y periodistas LGBTI en Tiflis es completamente inaceptable», denunció Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «Las autoridades deben adoptar medidas urgentes para, por un lado, proteger los derechos humanos de la comunidad LGBTI, incluido su derecho a expresarse y juntarse libremente, y, por otro, llevar a los responsables de los ataques ante la justicia».

El 1 de diciembre de 2018, Tiflis firmó la Declaración de París para poner fin a la epidemia de sida para 2030, y se unió así a más de 300 municipios en la iniciativa Acción acelerada en las ciudades, lanzada por la alcaldesa de París y ONUSIDA en 2014. A través de esta iniciativa, Tiflis se compromete a trabajar estrechamente con las comunidades, incluidos los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, y las personas trans, para fomentar la igualdad social.

La nueva Estrategia mundial contra el sida 2021-2026 de ONUSIDA: Poner fin a las desigualdades, poner fin al sida insiste también en que es evidente que el estigma y la discriminación contra las personas LGBTI violan los derechos humanos, exacerban las desigualdades y actúan como una barrera crítica para acabar con el sida como amenaza para la salud pública para 2030. Un elemento fundamental de la estrategia consiste en abordar los desafíos a los que se enfrentan los grupos de población clave (gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores sexuales, personas trans y consumidores de drogas), de modo que menos del 10 % experimenten estigma, discriminación y violencia en 2025. La estrategia insta a los países a tomar medidas inmediatas para reducir las actitudes estigmatizantes y la discriminación sobre la base de la orientación sexual y la identidad de género como un elemento clave para acabar con el sida para 2030.

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La República de Moldova, pionera en la supervisión de alta tecnología liderada por la comunidad

31 Mayo 2021

La República de Moldova ha lanzado una plataforma en línea, denominada ScorecardHIV, para medir el progreso en la respuesta nacional al VIH.

La nueva herramienta incluye indicadores y datos sobre epidemiología, financiación y adquisición, programas, derechos humanos y servicios liderados por la comunidad. Además, permitirá a las instituciones gubernamentales, los directores de los programas sanitarios, las organizaciones de servicios para el VIH, las comunidades y otras partes interesadas hacer un seguimiento del progreso y evaluar la eficacia de los programas para el VIH en el país. Un sistema de filtrado de datos permite personalizar los indicadores de acuerdo con los intereses y las necesidades del usuario.

«El ministerio asumirá el mando y proporcionará apoyo político para garantizar que la implementación de la herramienta sea lo más eficaz, sistemática y sostenible posible», afirmó Denis Chernelya, secretario de Estado del Ministerio de Salud, Trabajo y Protección Social. «Será una herramienta extremadamente útil para la supervisión interna, así como para comprender los principales factores que contribuyen o impiden el logro de los objetivos establecidos».

El objetivo de este sistema de puntuación es garantizar una vigilancia de la respuesta al VIH abierta, transparente y colectiva liderada tanto por el Estado como por la comunidad. Contribuirá al análisis de datos en tiempo real y a una rápida respuesta al VIH fundamentada en pruebas. La plataforma fue desarrollada por la oficina nacional de ONUSIDA para la República de Moldova junto con la organización no gubernamental Positive Initiative y otras organizaciones locales de la sociedad civil, bajo los auspicios del Ministerio de Salud, Trabajo y Protección Social y el Programa nacional para la prevención y el control del VIH/sida y las infecciones de transmisión sexual.

El mapa del indicador del sistema de puntuación, que fue discutido y acordado por todas las partes interesadas, se obtiene del programa nacional sobre el VIH, los ministerios y las agencias gubernamentales, y las organizaciones de la sociedad civil, y se actualiza periódicamente, en función del indicador seleccionado, una vez al mes, cada tres meses o cada seis. La plataforma permite que los datos se agrupen a partir de diferentes aplicaciones y fuentes, y visualiza el progreso y los fracasos en la implementación del programa para el VIH prácticamente en tiempo real. Un grupo de trabajo compuesto por varias organizaciones de la comunidad se encargará de evaluar dicho sistema de puntuación y lo revisará periódicamente.

Con este sistema de puntuación se demuestra que los datos en tiempo real, la tecnología y la innovación pueden servir para tomar decisiones fundamentadas en pruebas y fortalecer la cooperación entre el Gobierno y las comunidades.

«Si necesitamos tomar decisiones hoy en día, debemos contar con los datos más recientes. Todos nuestros esfuerzos se centraron en la digitalización de todos los procesos posibles, la creación de una infraestructura y la búsqueda de soluciones de TI en las que todo pueda acumularse. También trabajamos intensamente para crear una herramienta de análisis que nos muestre los principales indicadores», afirmó Ruslan Poverga, director de Positive Initiative.

«Acogemos con infinito agrado un desarrollo que es tan importante en la República de Moldova», afirmó Alexander Goliusov, director adjunto del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Europa Oriental y Asia Central.  «Este sistema de puntuación se desarrolló siguiendo los principios fundamentales de la nueva estrategia mundial contra el sida, incluida la participación significativa y cuantificable de la sociedad civil, una respuesta nacional basada en las pruebas científicas y los conocimientos técnicos disponibles, y el respeto por los derechos humanos y la igualdad de género. Estoy seguro de que la capacidad de hacer un seguimiento del progreso en tiempo real e identificar áreas prioritarias para medidas rápidas, la voluntad política y la aceptación por parte de las autoridades nacionales del condado permitirán a la República de Moldova acelerar significativamente el progreso hacia el objetivo de poner fin al sida para 2030».

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«Hay que seguir adelante, siempre adelante»

25 Febrero 2021

Malohat Sharipova, en la fotografía de arriba, es docente en una escuela de educación primaria en Qurghonteppa, Tayikistán; sin embargo, en su tiempo libre trabaja como agente de extensión para AFIF, una organización no gubernamental que ayuda las personas que viven con el VIH, a las personas con tuberculosis y a los grupos de población clave.

AFIF colabora con las clínicas de sida regionales y proporciona agentes de extensión que trabajan con personas que viven con el VIH o están afectadas por él y, además, las apoyan. Durante la pandemia de COVID-19, los agentes de extensión de AFIF han abastecido a las personas que viven con el VIH con tres meses de medicamentos antirretrovirales, comida y equipamiento de protección personal; incluidos antisépticos, mascarillas y guantes.

Los agentes de extensión están cualificados para realizar pruebas de detección de la tuberculosis y de la hepatitis a las personas que viven con el VIH y a las personas que se inyectan drogas. «Se requiere formular de 10 a 12 preguntas sobre el VIH y la tuberculosis elaboradas por especialistas para determinar la necesidad de un diagnóstico más profundo. Si una persona presenta síntomas, es aconsejable que se someta a las pruebas oportunas, ya sea en el centro médico más cercano o por medio de un kit para realizar la prueba de autodiagnóstico, que notros mismos proporcionamos», señaló Ikran Ibragimov, director de AFIF.

La labor de AFIF se ve apoyada por el Ministerio de Salud de Tayikistán y es gestionada a través del Programa de Cooperación Regional de ONUSIDA para la Asistencia Técnica del VIH y otras Enfermedades Infecciosas de la Comunidad de Estados Independientes, fundado por la Federación de Rusia. Desde el inicio del proyecto en 2019, al rededor de 7500 personas se han sometido a pruebas comunitarias.

La Sra. Sharipova tiene cuatro hijos: dos hijas que están casadas y que ya no viven con ella, un hijo mayor que trabaja en otra ciudad y su hijo menor, que estudia su último año de secundaria.

«En 2010, mi marido fue ingresado en el hospital. Antes de eso, llevaba mucho tiempo quejándose de dolor abdominal. Intenté convencerle de que acudiese al médico, pero no lo hizo. Lo hospitalizaron cuando empeoró, le diagnosticaron cirrosis hepática y murió poco después.  Me llamaron del hospital y me dijeron que realizará la prueba del VIH.»

«Cuando me dijeron que tenía VIH, pensé: "Gracias a Dios sigo viva, puedo caminar y trabajar". Tras la muerte de mi marido tenía que criar a mis hijos y apoyar a mi suegra, a la que quería como a una madre».

Sigue con la terapia antirretroviral desde 2010. «Estoy bien. Antes tenía que tomar pastillas estrictamente dos veces al día.  Ahora los médicos me han prescrito un tratamiento diferente, así puedo tomar el medicamento solo una vez al día. Tengo que mantenerme sana por mis hijos y para poder ayudarlos. No hablo mucho de mi diagnóstico, pero tampoco lo escondo. Creo que muchos me vieron en eventos y cursos por la prevención del VIH.

La Sra. Sharipova dirige un grupo para mujeres: «Tenemos consultoras que trabajan con mujeres y consultores que trabajan con hombres. Cuando las personas se enteran por primera vez de su situación de seropositivas, suelen sentirse confundidas y asustadas, no saben qué camino emprender. Nosotros les hablamos, les invitamos a nuestros grupos de autoayuda, les explicamos la terapia, el futuro. A veces es un reto trabajar con ellas, pero siempre digo: hay que seguir adelante, siempre adelante.»

Fotografía: Nazim Kalandarov/ONUSIDA

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Las personas que viven con el VIH en Kirguistán han adquirido el derecho a adoptar

12 Febrero 2021

A finales de enero de 2021, el Tribunal Constitucional de Kirguistán decidió sacar el VIH del listado de enfermedades que hacen imposible que las personas puedan adoptar niños, asumir su custodia o convertirse en padres de acogida. La barrera a la paternidad para las personas que viven con el VIH en el país ha estado vigente durante muchos años.

Así, el cambio (logrado gracias al esfuerzo conjunto de activistas, abogados y defensores de los derechos humanos, pero, sobre todo, de las personas que en primera persona sufrieron la discriminación y decidieron luchar por sus derechos) supone una gran victoria sobre el estigma y la discriminación hacia los ciudadanos que viven con el VIH en Kirguistán.

Baktygul Israilova, quien aparece arriba en la imagen y lidera la red nacional de mujeres que viven con el VIH, es una de las muchas personas afectadas. Hace varios años, quiso adoptar un niño. «En aquel momento apenas entendía del todo la profundidad del problema. Estaba convencida de que, si reunía la documentación necesaria y la enviaba al departamento correcto, me tendrían en cuenta y valorarían positivamente mi ofrecimiento», recuerda la Sra. Israilova. «Soy ya madre de dos niñas maravillosas. Tengo un trabajo estable, así en en ese momento, la verdad, pensé que tenía todo a mi favor».

Cuando se enteró de que no podía adoptar un niño por su estado serológico, se quedó completamente en shock. «Ya estoy más que acostumbrada al hecho de que las personas que viven con el VIH son objeto constante de discriminación, mas ¿por qué no pueden ser padres y darle todo su amor y regalar sus cuidados a un niño de un orfanato?», se preguntaba.

En aquel preciso momento, la Sra. Israilova empezaba su camino como activista del VIH. «Hasta ese momento siempre tenía miedo de algo; lo primero de todo, de mi estado serológico. Me preocupaban mis hijas. Me asustaba no encontrar un trabajo. Tenía miedo de que la gente no me entendiera. Me aterraba el hecho de no conseguir nada en la vida. Pero entonces me cansé de sentir miedo. Aquel fue todo un punto de inflexión en mi vida. Ahí fue cuando públicamente reconocí mi estado serológico positivo y me convertí en la primera mujer del país en vivir abiertamente con el VIH».

De acuerdo con los datos recogidos por el Comité Nacional de Estadística de Kirguistán, en el año 2019 había mas de 2000 niños y adolescentes menores de 18 años privados del cuidado parental. De ellos, 592 eran huérfanos.

En 2018, la Sra. Israilova conoció a Svetlana Izambayeva, arriba en la imagen, una activista de la Federación Rusa que vive con el VIH y que fue una de las primeras mujeres de la Federación Rusa en dar a conocer públicamente que vivía con el VIH. La Sra. Izambayeva disponía de una extensa y exitosa experiencia en la lucha por hacer realidad el derecho a adoptar en su país natal. Precisamente por eso, asesoró a las mujeres de Kirguistán en su lucha.

Un caso similar había sido llevado ya a los tribunales de Kirguistán. Una abogada local, Ainura Osmonalieva, y otros abogados del bufete legal Adilet estuvieron intentando ayudar a una mujer que vivía con el VIH a lograr la custodia de su sobrino tras el fallecimiento de su madre.

Las activistas aunaron esfuerzos y recursos, y estudiaron todo el marco legal existente, las obligaciones internacionales, las convenciones ratificadas y la Declaración política de las Naciones Unidas para acabar con el sida, la cual el país se había comprometido a implementar. El proceso duró dos años. Activistas de otros países, sobre todo de la Red euroasiática sobre el sida, la ayudaron a recabar todas las pruebas necesarias. Las activistas subrayaron ejemplos de cambios en la legislación en tres países de Europa del Este: la República de Moldova, la Federación Rusa y Ucrania. La Oficina regional de ONUSIDA en Kirguistán apoyó los esfuerzos de defensa de la Red nacional de mujeres que viven con el VIH en todas las etapas y brindó apoyo técnico para fortalecer su capacidad defensora y organizativa.

La Sra. Israilova dijo que, cuando tuvo que hablar y defender su postura ante los jueces del Tribunal Constitucional, estaba plenamente preparada para seguir adelante. «Aun cuando la resolución hubiera sido negativa, no nos habríamos rendido. Lo habríamos seguido intentando una y otra vez hasta lograr un resultado de acuerdo con el cual cualquier persona que viviera con el VIH pudiera adoptar o tener la custodia de un menor».

«En el momento en que obtuve una respuesta positiva, me fui corriendo a casa y le conté a mis hijas lo que habíamos conseguido. Llevan años soñando con tener un hermano, e incluso tienen escogido su nombre. Mis hijas son mi luz, ellas son quienes iluminan mi camino. He logrado muchísimas cosas en la vida gracias a tenerlas a ellas. Y ahora debo preparar todos los documentos que necesito para llenar de felicidad la vida de otro pequeño», señala la Sra. Israilova.

Fotografías: ONUSIDA, noviembre de 2019

VER: LA HISTORIA DE SVETLANA IZAMBAYEVA

VER: LA HISTORIA DE BAKTYGUL ISRAILOVA

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Reckitt Benckiser dona desinfectante de manos a las personas que viven con el VIH

25 Enero 2021

En Rusia, los centros de la comunidad para el VIH situados en Moscú, Vorónezh, Kaluga, Kursk, Orel y Vladimir han recibido 35 000 botes de desinfectante de manos Dettol como parte de una iniciativa promovida por Reckitt Benckiser. La donación se hizo en vista de la creciente pandemia de la COVID-19 en el país y del aumento de otras enfermedades de transmisión vírica. Esos botes reflejan el esfuerzo conjunto de la sede de Reckitt Benckiser en la Federación de Rusia y el Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central. Las organizaciones no gubernamentales Medical Volunteers, Volunteers to Help Orphans y Center Plus también se unieron a la iniciativa y fueron las encargadas de distribuir las donaciones a los centros de la comunidad.

«Se trata de un apoyo que llega en un momento muy oportuno a las personas de los grupos de población clave; a quienes están en riesgo y batallan en primera línea contra ambas epidemias, tanto la del VIH como la de la COVID-19, y a todos aquellos que no tienen la oportunidad de cuidarse solos», insiste Vladimir Mayanovsky, presidente de Center Plus.

De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el Central Research Institute of Epidemiology situado en Rospotrebnadzor (el servicio federal para la vigilancia de la protección de los derechos de los consumidores y el bienestar humano) en colaboración con la Coalición internacional de preparación para el tratamiento y siempre con el apoyo de ONUSIDA, el número de personas que viven con el VIH con marcadores para el diagnóstico de la COVID-19 fue cuatro veces superior al hallado en participantes VIH-negativo. Asimismo, la investigación puso de manifiesto que las personas que viven con el VIH tienen dos veces menos posibilidades de que se les realice la prueba de detección del coronavirus y buscan ayuda médica con menos frecuencia que las personas seronegativas, aun presentando síntomas.

El estudio también demostró que la mayoría de los participantes que viven con el VIH presentan un mayor riesgo de contraer la COVID-19 como consecuencia del elevado número de infecciones que hay en su entorno y del menor uso de equipos de protección personal. Del mismo modo, de acuerdo con el estudio, estas personas infravaloran el alto riesgo que presentan ante la enfermedad de la COVID-19.  El desinfectante de manos evita que las personas contraigan la enfermedad del coronavirus.

«La misión de Reckitt Benckiser es proteger, sanar y nutrir, creando un mundo más limpio y más sano. En los países en los que trabajamos, nos esforzamos al máximo por reforzar la importancia de adoptar una actitud responsable con respecto a la salud y considerar que la higiene es la base de un estilo de vida sano. Lavarse las manos es uno de los hábitos más sencillos e importantes. Reckitt Benckiser es más que un negocio, es una forma de contribuir a un futuro más sano y más feliz», destaca Igor Radakovich, director general de Reckitt Benckiser Healthcare en la Federación de Rusia, Ucrania y los países de la Comunidad de Estados Independientes.

«ONUSIDA acoge con agradecimiento y apoya todo este tipo de iniciativas que nacen del sector privado y ayudan a luchar contra las dos epidemias que nos amenazan hoy. Estamos preparados para seguir colaborando con Reckitt Benckiser en materia de salud. Compartimos plenamente la visión que Reckitt Benckiser transmite en el eslogan de todas las iniciativas que promueve en el campo de la educación dentro de la Federación Rusa: "Tu salud es tu responsabilidad". Esto es aplicable no solo al hablar de la prevención de la COVID-19, sino también en lo referente a la prevención del VIH mediante el fomento del uso del preservativo», destaca Alexander Goliusov, director adjunto del Equipo de apoyo regional de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central.

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Un rayo de esperanza desde Tiraspol

06 Enero 2021

La batalla de Nadezhda Kilar contra sus proveedores de servicios sanitarios empezó hace ya varios años. «No estoy para nada de acuerdo con la forma en que se presta en nuestra ciudad la atención obstétrica a las mujeres que viven con el VIH», destaca la Sra. Kilar. «Desde el momento de la admisión en el centro hasta el alta, hubo una constante violación de derechos».

La Sra. Kilar, quien vive en Tiraspol, en la República de Moldavia, lleva muchos años viviendo con el VIH. Sigue un tratamiento antirretroviral que ha logrado suprimir su carga viral hasta alcanzar niveles indetectables, pero durante el embarazo y el parto fue totalmente aislada. De hecho, estuvo en una sala de aislamiento, dio a luz en una sala de partos separada y, una vez que tuvo a su bebé en los  brazos, la trasladaron a una habitación con barrotes en las ventanas especial para mujeres que viven con el VIH.

«Todas las demás mujeres salían del paritorio por la puerta delantera, y allí las esperaban sus familiares con flores y un fotógrafo. En mi caso, me hicieron salir por la puerta de atrás, que es donde están todos los cubos de basura», recuerda.

Y la discriminación no terminó con ella. «Pese a que mi hijo no tiene el VIH, en el hospital de maternidad el niño estuvo solo en una habitación separada y especial en la que llegaron a colgar un cartel que decía: “Contacto VIH“. ¿Por qué un niño debe soportar un estigma así?», se lamenta la Sra. Kilar.

«Quiero que mi próximo hijo nazca en un hospital de maternidad normal. Y no me cabe ninguna duda de que así será. Para que el cambio se produzca aún es necesario hacer muchas cosas, pero lo más importante es que debo defender mis derechos», afirma convencida.

La relación entre la Sra. Kilar y su marido comenzó a romperse cuando él adoptó una actitud violenta contra ella. Durante un largo tiempo aguantó y no hizo nada al respecto, ya que justificaba la violencia de su esposo pensando que esta era la norma dominante en los matrimonios. «Mi padre solía pegar a mi madre. De hecho, en dos ocasiones yo misma acabé en el hospital como consecuencia de una paliza por parte de mi progenitor». Perdida y sin saber qué hacer, se fue sumiendo en una depresión cada vez más y más profunda. «Perdí las ganas de vivir», confiesa.

Sin embargo, poco a poco empezó a ver la luz. Algo fue cambiando. Cuando fue consciente de que sola  no podía lidiar con sus problemas económicos, la violencia de la que era objeto y su enorme depresión, siguiendo el consejo de una asesora de iguales de la clínica del VIH a la que asistía en Tiraspol y que conocía bien por lo que estaba pasando, decidió unirse al programa Women's Mentoring, junto con otras 20 mujeres que también vivían con el VIH y que procedían de distintas comunidades de la zona. El programa Women's Mentoring, un proyecto conjunto de ONU Mujeres y ONUSIDA apoyado por el Gobierno de Suecia, trabaja con asesores y mentores de iguales para ayudar a las mujeres que viven con el VIH a comprender e identificar sus problemas, conocer sus derechos y contar con apoyos para luchar contra la violencia y la discriminación.

«Entonces entendí que ya nada volvería a ser como antes. Me di cuenta de que no iba a volver a tolerar sus golpes», detalla la Sra. Kilar.

Desde el año 2019, la Sra. Kilar trabaja como vendedora y, además, ha sacado tiempo para ir a la universidad y estudiar para ser profesora. «Mi vida no es nada fácil. Apenas duermo por la noche, pero he ganado confianza, y hoy me siento capaz de solucionar los problemas por mí misma», expresa.

Iren Goryachaya, coordinadora de programas del programa Women's Mentoring, insiste en que el programa ofrece una amplia variedad de servicios. «No solo nos preocupamos de la problemática de la discriminación en una institución sanitaria y lideramos la lucha contra la violencia. Aquí vemos a la mujer como una persona a la que nos aproximamos desde diferentes perspectivas. En primer lugar, es muy importante ayudar a las mujeres a aceptar su estado serológico y superar el estigma que tienen contra ellas mismas. Sin ello, es imposible conseguir que los médicos o los hombres se acerquen a ellas de forma diferente».

«Habitualmente, las mujeres que viven en la República de Moldavia tienen un acceso insuficiente a información fiable respecto al VIH. En la actualidad, aún no son capaces de defender su derecho a mantener relaciones sexuales seguras. Dicha situación continúa agravándose como consecuencia de diversas formas de violencia, incluyéndose aquí la sexual, la mayor violación de los derechos de las mujeres y el comportamiento controlador de muchos hombres. Y todo ello no hace sino impedir que las mujeres tengan la oportunidad de defender su derecho a la salud», señaló Svetlana Plamadeala, representante de ONUSIDA para la República de Moldavia.

A día de hoy, la Sra. Kilar mira al futuro con seguridad y confianza. «Me siento una mujer libre. Hago lo que quiero. Mis hijos están creciendo en un ambiente seguro. No me preocupo por mi diagnóstico del VIH. Si decido tener otro hijo, daré a luz en un hospital normal y corriente».

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Un estudio muestra los efectos de la COVID-19 en el acceso a la atención al VIH en la Federación de Rusia

27 Noviembre 2020

Un nuevo estudio pone de manifiesto el impacto negativo que está teniendo la pandemia de COVID-19 en el acceso a la atención al VIH en la Federación de Rusia y demuestra que las personas que viven con el VIH en este país son más vulnerables a la COVID-19, pero menos propensas a hacerse pruebas o someterse a un tratamiento.

Más de un tercio de las personas que viven con el VIH que fueron encuestadas informó sobre cierto impacto en los servicios para el VIH, incluyendo alrededor de un 4 % que informó de que no se había sometido a terapia antirretroviral porque no había podido conseguir las medicinas y aproximadamente un 9 % que informó de que no había tomado la medicación para la prevención contra la tuberculosis. Sin embargo, la mayoría de los los encuestados (alrededor del 70 % de las personas que viven con el VIH) no tuvo ningún problema para obtener terapia antirretroviral y cerca de un 22 % informó de que se le entregaban los medicamentos antirretrovirales a domicilio. En el estudio se encuestó a más de 900 personas de 68 regiones de la Federación de Rusia, incluyendo tanto a aquellos que viven con el VIH como a los que no.

«El estudio responde a algunas de las preguntas más importantes sobre el impacto de la COVID-19 en las personas que viven con el VIH en nuestro país», dijo Natalya Ladnaya, investigadora jefe y principal en el Instituto central de investigación sobre epidemiología del Servicio Federal Ruso para la Supervisión de la Protección de los Derechos y el Bienestar del Consumidor (Rospotrebnadzor).

Según la Sra. Ladnaya, el estudio confirmó que es crucial que las personas que viven con el VIH se protejan contra el nuevo coronavirus. Los autores del estudio también señalan la necesidad de proporcionar tratamiento contra el VIH ininterrumpido durante la pandemia de la COVID-19.

«Se obtuvieron resultados alentadores acerca de cómo la pandemia afectó al acceso al tratamiento del VIH: muchas instituciones especializadas han podido adaptarse a la nueva realidad», dijo Alexey Mikhailov, jefe del Departamento de Supervisión de la Coalición de Preparación para el Tratamiento, que también participó en el estudio.

Según el estudio, el número de personas que viven con el VIH y marcadores de COVID-19 era cuatro veces mayor que el de los encuestados seronegativos. Asimismo, había un 50 % menos de probabilidades, en comparación con los encuestados seronegativos, de que se les hiciera la prueba del coronavirus y también menos propensos a buscar asistencia médica, incluso teniendo síntomas.

La mayoría de los encuestados con una coinfección de VIH y COVID-19 tenía un mayor riesgo de contraer COVID-19 debido al número considerable de casos locales de COVID-19 y al escaso uso de medidas de protección personal, así como a la subestimación del riesgo personal real de la COVID-19.

Aunque más de dos tercios de los participantes en el estudio eran mujeres, de entre las personas encuestadas que viven con el VIH y que habían tenido COVID-19, la mayoría eran hombres que habían vivido con VIH durante más de diez años.

Los autores del estudio señalan la necesidad de investigar más a fondo las causas de la mayor incidencia de la COVID-19 y la escasa demanda de atención médica para tratar los síntomas de la COVID-19 entre las personas que viven con el VIH.

«La pandemia de la COVID-19 sigue afectando a todos los ámbitos de nuestras vidas. Necesitamos supervisar atentamente las pandemias simultáneas de la COVID-19 y el VIH y proporcionar apoyo para no perder los progresos alcanzados en la respuesta al VIH», dijo Alexander Goliusov, director a.i. del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central.

El estudio fue realizado por el Instituto Central de Investigación sobre Epidemiología de Rospotrebnadzor junto con la Coalición de Preparación para el Tratamiento, con el apoyo de ONUSIDA y Rospotrebnadzor.

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Nuevo estudio (en ruso)

Feature Story

Campaña liderada por la comunidad anima a las personas que viven con el VIH a empezar el tratamiento

21 Octubre 2020

«Está en tus manos», una nueva campaña de información pública liderada por la comunidad y destinada a animar a las personas que viven con el VIH a iniciar la terapia antirretrovírica, se ha puesto en marcha en cuatro de las zonas principales de la Federación de Rusia.

La página web de la campaña presenta doce «cápsulas» con inspiradoras historias contadas por personas que viven con el VIH. Al «abrir» la cápsula, los visitantes pueden saber más acerca de las vidas de estas personas, informarse sobre la terapia antirretrovírica, hacer preguntas y obtener ayuda de compañeros asesores en temas relacionados con el VIH.

Todas las historias trasmiten el mensaje de que ser diagnosticado con VIH no te define y que si las personas que viven con el VIH empiezan el tratamiento pueden disfrutar de una vida larga y productiva.

La campaña cubre cuatro de las principales zonas de la Federación de Rusia —las regiones de Novosibirsk, Sverdlovsk y Cheliábinsk, y la ciudad de San Petersburgo—donde, según el Centro Federal del Sida de la Federación de Rusia, 200.000 personas viven con VIH, lo que representa alrededor del 20 % de todos los casos de VIH registrados.

«En la región de Sverdlovsk, algunas personas no empiezan el tratamiento porque no creen en la existencia del VIH, algunas no aceptan su diagnóstico, algunas tienen miedo a los efectos secundarios de la terapia antirretrovírica y algunas tienen dudas acerca de la efectividad de los medicamentos.  Sin embargo, el mayor obstáculo es el miedo a la discriminación, el miedo a perder su trabajo, el miedo al aislamiento. Creemos que podemos abordar esta situación contando historias reales de personas que viven con el VIH y están recibiendo tratamiento», dijo Vera Kovalenko, jefa de la organización de la sociedad civil Nueva Vida. 

La campaña fue puesta en marcha y desarrollada por varias organizaciones de la sociedad civil lideradas por la comunidad, incluyendo Acción Humanitaria (San Petersburgo), el Proyecto Humanitario (Novosibirsk), Luz de la Esperanza (Cheliábinsk) y Nueva Vida (Sverdlovsk), con el apoyo del proyecto regional SOS_project fundado por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y en estrecha colaboración con otros asociados en la Federación de Rusia.

Denis Kamaldinov, jefe del Proyecto Humanitario, invitó a estas personas a buscar ayuda.  «Si sabe que es seropositivo pero no está recibiendo ningún tratamiento, por favor, póngase en contacto con nosotros para que podamos ayudarle. Le ayudaremos con el registro en el centro del sida. Y el tratamiento se proporciona de manera gratuita, ya que es sufragado por el Estado», afirmó.

«Nuestra misión es luchar por todas las vidas, dar esperanzas a todo el mundo», dijo Alexei Tananin, jefe de Luz de la Esperanza.

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