Men and boys

En las vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA pide apoyo urgente para que las comunidades lideren la lucha para poner fin al sida

28 de noviembre de 2023

Un nuevo informe de ONUSIDA demuestra el papel fundamental que desempeñan las comunidades en la respuesta al VIH y cómo la financiación insuficiente y las barreras perjudiciales están impidiendo su trabajo para salvar vidas y obstaculizan acabar con el sida.

LONDRES/GINEBRA, 28 de noviembre de 2023. A medida que se acerca el Día Mundial del Sida (1 de diciembre), ONUSIDA insta a los gobiernos de todo el mundo a liberar el poder de las comunidades locales para liderar la lucha para poner fin al sida. Un nuevo informe de ONUSIDA, Que lideren las comunidades, muestra que el sida puede dejar de ser una amenaza para la salud pública antes de 2030, pero solo si las comunidades de primera línea reciben todo el apoyo necesario de los gobiernos y los donantes.

«Las comunidades de todo el mundo han demostrado que están preparadas y dispuestas y que son capaces de liderar la ruta a seguir. Pero necesitan eliminar las barreras que obstaculizan su trabajo y disponer de los recursos adecuados para poder ampliar su contribución», afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. «Con demasiada frecuencia, los responsables de la toma de decisiones tratan a las comunidades como problemas que deben gestionarse, en lugar de ser reconocidas y apoyadas como líderes. Las comunidades no se interponen en la ruta a seguir, sino que iluminan la ruta para poner fin al sida».

El informe, presentado en Londres durante un evento del Día Mundial del Sida encabezado por la organización de la sociedad civil STOPAIDS, muestra cómo las comunidades han sido la fuerza impulsora del progreso.

La defensa de la comunidad desde las calles hasta los tribunales y los parlamentos ha garantizado cambios revolucionarios en la política. La campaña de las comunidades ayudó a abrir el acceso a los medicamentos genéricos para el VIH, lo que condujo a reducciones considerables y sostenidas en el coste del tratamiento antirretroviral de 25 000 USD por persona y año en 1995 a menos de 70 USD en muchos de los países más afectados por el VIH a día de hoy.

Que lideren las comunidades muestra que invertir en programas contra el VIH dirigidos por la comunidad aporta beneficios transformadores. Establece cómo los programas realizados por organizaciones comunitarias en Nigeria se asociaron con un aumento del 64 % en el acceso al tratamiento del VIH, una duplicación de la probabilidad de uso de los servicios de prevención del VIH y un aumento cuádruple en el uso constante del preservativo entre las personas en riesgo de contraer el VIH. Señala también cómo entre los trabajadores sexuales, a los que llegó un paquete de intervenciones entre iguales en la República Unida de Tanzania, la tasa de incidencia del VIH se redujo a menos de la mitad (5 % frente al 10,4 %).

«Somos el vehículo del cambio que puede poner fin a las sistemáticas injusticias que siguen impulsando la transmisión del VIH. Hemos visto desarrollos revolucionarios con U=U, hemos mejorado el acceso a los medicamentos y hemos hecho grandes avances en la descriminalización», afirmó Robbie Lawlor, cofundador de Access to Medicines Ireland. «Sin embargo, se espera de nosotros que movamos montañas sin ningún apoyo financiero. Se supone que luchamos por un mundo más equitativo y tenemos la tarea de desmantelar el estigma, pero nos dejan fuera de debates que son cruciales. Estamos en un punto de inflexión. Las comunidades ya no pueden relegarse a la periferia. Ahora es el momento del liderazgo».

El informe destaca cómo las comunidades están a la vanguardia de la innovación. En Windhoek, Namibia, un proyecto autofinanciado por el Grupo de Capacitación de la Juventud está utilizando bicicletas eléctricas para proporcionar medicamentos contra el VIH, alimentos y apoyo a los jóvenes para comprobar que siguen las normas necesarias, ya que a menudo no pueden asistir a las clínicas debido a sus horarios escolares. En China, las organizaciones comunitarias desarrollaron aplicaciones para teléfonos inteligentes que facilitan el autodiagnóstico, lo que contribuyó a que el aumento de las pruebas del VIH fuese casi cuatro veces mayor en todo el país entre 2009 y 2020.

El informe revela cómo las comunidades también están haciendo que los proveedores de servicios sean responsables. En Sudáfrica, cinco redes comunitarias de personas que viven con el VIH inspeccionaron 400 centros en 29 distritos y realizaron más de 33 000 entrevistas con personas que viven con el VIH. En la provincia del Estado Libre, estos resultados llevaron a los funcionarios de salud provinciales a implementar nuevos protocolos de citas para reducir los tiempos de espera en la clínica y dispensar medicamentos antirretrovirales para períodos de tres y seis meses.

A pesar de la clara evidencia de impacto dirigido por la comunidad, las respuestas dirigidas por la comunidad no son reconocidas, tienen pocos recursos y, en algunos lugares, incluso están en el punto de mira. La represión de la sociedad civil y de los derechos humanos de las comunidades marginadas dificulta que las comunidades proporcionen servicios de prevención y tratamiento del VIH. La subfinanciación de las iniciativas lideradas por la comunidad hace que tengan dificultades para seguir operando y les impide expandirse. Si se eliminan estos obstáculos, las organizaciones lideradas por la comunidad pueden añadir un impulso aún mayor para poner fin al sida.

En la Declaración política de 2021 para poner fin al sida, los Estados miembros de las Naciones Unidas reconocieron el papel crítico que desempeñan las comunidades en la prestación de servicios para el VIH, especialmente a personas en mayor riesgo de contraerlo. Sin embargo, mientras que en 2012, cuando más del 31 % de la financiación del VIH se canalizó a través de organizaciones de la sociedad civil, diez años más tarde, en 2021, solo el 20 % de la financiación para el VIH estaba disponible, un retroceso sin precedentes en los compromisos que ha costado y sigue costando vidas.

«En estos momentos, la acción liderada por la comunidad es la contramedida más importante en la respuesta al sida», dijo Solange Baptiste, directora ejecutiva de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento. «Sin embargo, sorprendentemente, no es una piedra angular de los planes, agendas, estrategias o mecanismos de financiación globales para mejorar la preparación y la salud de todos ante la pandemia. Es hora de cambiar eso».

Cada minuto se pierde una vida por el sida. Cada semana, 4000 niñas y mujeres jóvenes se infectan con el VIH, y de los 39 millones de personas que viven con el VIH, 9,2 millones no tienen acceso a tratamientos que salven vidas. Existe un camino que pone fin al sida. Se puede acabar con el sida antes de 2030, pero solo lo conseguiremos si las comunidades lideran.

ONUSIDA insta a: Convertir los roles de liderazgo de las comunidades en el núcleo de todos los planes y programas para el VIH; financiar los roles de liderazgo de las comunidades de forma completa y fiable; y eliminar las barreras a los roles de liderazgo de las comunidades.

El informe incluye nueve ensayos de invitados de líderes comunitarios, en los que comparten su experiencia sobre los logros que han alcanzado, las barreras a las que se enfrentan y lo que el mundo necesita para poner fin al sida como amenaza para la salud pública.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton Knott
tel. +41 79 514 6896
bartonknotts@unaids.org

Contacto

UNAIDS Media
communications@unaids.org

Contacto

UNAIDS Geneva
Michael Hollingdale
tel. +41 79 500 2119
hollingdalem@unaids.org

Materiales

Videos

Hoja informativa — Últimas estadísticas sobre el estado de la epidemia de sida

Un arcoíris de esperanza para las personas LGBTQI+ en las zonas rurales de Japón

17 de mayo de 2023

Durante muchos años, Mami enseñó en una escuela pública en Kanazawa, Japón. En cuanto inició su transición y empezó a vestirse de una manera menos masculina, sus compañeros y superiores pasaron a mirarla con malos ojos. Y la acabaron despidiendo.

Como persona trans en una ciudad pequeña y conservadora, Mami tuvo difícil conseguir otro trabajo y llegó un momento en que se sintió muy aislada. «Cuando una amiga me invitó a trabajar en el centro comunitario Kanazawa Rainbow Pride, me sentí feliz por encontrar un lugar en el que la gente por fin me aceptara», dijo.

Fundado en el año 2022, el centro Kanazawa LGBTQI+ se ubica en una casa de té de 150 años de antigüedad, en el antiguo mercado Samurai de la ciudad. Los paneles deslizantes permiten una variedad de configuraciones en función del tipo de encuentro. Mami y su amigo, Kennosuke Okumara, director de la secretaría del centro Kanazawa, servían té y café en la parte de cafetería abierta a los visitantes.

«Antes trabajaba en Tokio, pero luego volví a mi ciudad natal», explicó el Sr. Okumara. «Y el problema era que aquí ni había ni hay opciones para los gais», añadió.  El Sr. Okumara vive con el VIH y lamenta profundamente el hecho de que los problemas relacionados con el VIH y la comunidad LGBTQI+ sigan siendo tabú. «Se dispone de muy poca información, y eso es una vergüenza. Por eso estoy aquí, para compartir mi experiencia y concienciar», dijo.

Mientras removía su té verde en una taza pequeña con un batidor de bambú, el Sr. Okumara, ataviado con su delantal, se detuvo y miró a Mami. «Este es un espacio seguro para todo el mundo», afirmó.

Diana Hoon, copresidenta del centro, se refirió a este como un faro de esperanza. «Somos como un faro en una sociedad patriarcal muy conservadora», dijo. Mientras, en su biblioteca improvisada, nos enseñaba un sinfín de panfletos y folletos referentes tanto a conocer el estado serológico de una persona como al desfile del Orgullo en la ciudad, así como iba sacando libros sobre cómo mostrarse tal y como cada uno es ante la sociedad, la Sra. Hoon insistió en que el centro no solo estaba atrayendo a más personas, sino que también contaba con 10 voluntarias que prestaban su ayuda... muchas de ellas madres.

«Nuestros seminarios para padres sobre LGBTQI+ han tenido un gran impacto», aseguró. «La gente comparte historias sobre sus hijos y acaba estableciéndose una conexión».

Como singapureña que convive con otra mujer originaria de Kanazawa, la Sra. Hoon siente que está aportando su granito de arena para convertirse en la tabla de salvación de mucha gente y promover una mayor aceptación.

«Entre nuestras muchas prioridades, destacan la concienciación en materia de VIH, la defensa de unos aseos de género neutro, la lucha por uniformes escolares unisex y, lo que es aún más importante, el derecho de todas las personas al matrimonio, algo que todavía no existe en Japón», destacó. También espera, en un plazo de cinco años, conseguir un nuevo hogar para acoger a personas LGBTQI+.

En su mente, se han dado pasos importantes. «Las personas trans están siendo más abiertas últimamente e incluso tenemos campeones LGBTQI+ entre la comunidad», dijo.

Como modelo a seguir sobresale Gon Matsunaka, fundador y antiguo presidente del consorcio Pride House Tokyo, y director del consorcio Marriage for All en Japón. El Sr. Matsunaka, exejecutivo de publicidad de una de las principales empresas japonesas, Dentsu, escondió su sexualidad durante décadas. «En mi rural ciudad natal no había futuro para mí, por lo que decidí marcharme a Tokio», añadió. Luego estudió en Australia, trabajó en Tokio y en la ciudad de Nueva York, y finalmente dejó su empresa.

Hizo pública su homosexualidad en el año 2010 y, a partir de entonces, se esforzó por abrir un centro comunitario en Tokio. Los Juegos Olímpicos parecían una oportunidad de oro.

Pero entonces apareció la pandemia de la COVID-19, y muchos proyectos se vieron interrumpidos. Sin embargo, el Sr. Matsunaka y su equipo no se rindieron.

«En mayo de 2020, todas las encuestas apuntaban a que la juventud LGBTQI+ se sentía insegura en casa o había perdido el contacto con la gente. Y precisamente esa fue mi mayor motivación», afirmó. A base de mucho trabajo, consiguió 15 patrocinadores para un espacio seguro LGBTQI+ temporal durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos llamado Tokyo Pride House. No obstante, y como consecuencia del aplazamiento de los Juegos, también se canceló el centro.

El equipo logró convencer a los patrocinadores para que cambiaran su financiación y crearan un espacio permanente. Años después de los Juegos Olímpicos, Tokyo Pride House sigue enorgulleciéndose de estar a poca distancia a pie de la popular zona de Shinjuku, en Tokio, un lugar amigable con la comunidad LGBTQI+.

En Kanazawa, el Sr. Matsunaka se había asociado con la Sra. Hoon para lanzar un desfile del Orgullo en 2021. Y fue a raíz de ese éxito cuando surgió la idea de un centro comunitario.

El Sr. Matsunaka se siente especialmente orgulloso de que la prefectura (distrito de la ciudad) haya aportado la mitad de la financiación necesaria para la apertura del centro Kanazawa Nijinoma. El resto fue fruto de una recaudación de fondos colectiva.

Radiante en la Tokyo Pride House y rodeado por banderas del arcoíris, confesó: «Nunca soñé con todo esto y jamás imaginé que pudiera llegar a ser posible, sobre todo en una ciudad tan pequeña como Kanazawa».

Para él, no hay duda de que las mujeres han desempeñado un papel clave. «Las mujeres están en una segunda categoría respecto de los hombres, especialmente en áreas rurales como Kanazawa, por lo que han sido nuestras mayores aliadas para cambiar las mentalidades patriarcales», explicó. «Tenemos mucho más trabajo por delante. Y a partir de ahora solo podemos avanzar, nunca retroceder».    

En el Día Internacional contra la Homofobia, la Bifobia y la Transfobia (IDAHOT), ONUSIDA muestra su solidaridad con la comunidad LGBTQI+. Debemos unirnos y celebrar la diversidad; hemos de lograr una sociedad donde todas las personas, sin importar dónde vivan o a quién amen, puedan vivir en paz y sentirse seguras; una sociedad en la que todos sus miembros puedan contribuir a la salud y el bienestar de su comunidad.

ONUSIDA insta a todos los países a despenalizar la homosexualidad como paso fundamental para garantizar la salud de las personas

Descubra qué países penalizan a las poblaciones clave

No llegamos a hombres que viven con el VIH

24 de enero de 2022

En todo el mundo, los objetivos de pruebas y tratamiento para 2020 casi se alcanzaron entre las mujeres adultas (de 15 años en adelante) que viven con el VIH. Sin embargo, la situación de los hombres que viven con el VIH es considerablemente peor que la de las mujeres en términos de realización de pruebas del VIH y adherencia al tratamiento. En comparación con las mujeres que viven con el VIH, hay 740 000 hombres más que viven con el VIH y que no conocen su estado serológico, 1,3 millones más de hombres que no están en tratamiento y 920 000 hombres más que aún no presentan supresión viral.

Si bien las normas de género que premian la fuerza y el estoicismo masculinos pueden justificar en parte por qué muchos hombres retrasan la búsqueda de atención, lo cierto es que también existen otros factores. Los servicios de atención sanitaria primaria en África oriental y meridional se centran en gran medida en las mujeres en edad reproductiva, y los servicios de salud reproductiva, materna e infantil ofrecen puntos de entrada ideales para los servicios para el VIH. Sin embargo, para hombres, no existen puntos de entrada similares. Las intervenciones más exitosas para llegar e incluir a los hombres en las pruebas del VIH y los servicios de tratamiento están aumentando, entre ellas las intervenciones en el lugar de trabajo, un mayor uso de los enfoques de autodiagnóstico y la provisión de servicios en los departamentos ambulatorios. Sin embargo, es imprescindible analizar a fondo los motivos por los que los hombres usan menos los servicios para el VIH, pues solo así se logrará dar forma a las respuestas concretas que ayudarán a cerrar la brecha.

Nuestra acción

Datos

ONUSIDA celebra el nombramiento de Andrew Spieldenner como director ejecutivo de MPact

23 de febrero de 2021

GINEBRA, 23 de febrero de 2021—ONUSIDA recibe con gran satisfacción el nombramiento de Andrew Spieldenner como director ejecutivo de MPact Global Action for Gay Men's Health and Rights. MPact trabaja desde 2006 por la intersección de la salud sexual y los derechos humanos de los hombres gays y bisexuales. Además, está enlazado con más de 120 organizaciones de base comunitaria en un total de 62 países. Desde hace mucho tiempo es un aliado clave de ONUSIDA, ya que su trabajo es fundamental para promover la salud y los derechos de los hombres gays y bisexuales, así como de sus comunidades, al igual que para poner fin a la epidemia de sida.

«Andrew Spieldenner es desde hace tiempo un respetado investigador y activista por la prevención del VIH. En los últimos años, ha prestado un servicio inestimable a ONUSIDA y a la respuesta mundial al sida desde su puesto de delegado en la Junta de Coordinación del Programa de ONUSIDA», declaró Winnie Byanyima, la directora ejecutiva de ONUSIDA. «Esperamos seguir trabajando en estrecha colaboración con él, ahora en este nuevo cargo, y reforzar nuestra relación con MPact para hacer frente a los retos y desigualdades a los que se enfrentan las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales, personas trans e intersexuales a la hora de acceder a los servicios sanitarios y disfrutar plenamente de sus derechos humanos en todo el mundo».

El compromiso del señor Spieldenner con las personas que viven con el VIH, con las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales, personas trans e intersexuales, con los principios feministas y la justicia racial ha sido patente a lo largo de sus 30 años como activista. Como organizador, comunicador y mentor experimentado, aporta a su nuevo puesto en MPact un largo historial de compromiso con las redes de personas que viven con el VIH. A través de su trabajo en organizaciones locales, redes nacionales de personas que viven con el VIH, departamentos de salud y el mundo académico, ha estado al frente de los movimientos por la justicia social, liderando desde dentro, en colaboración con las comunidades de las que forma parte.

Spieldenner asumirá su nuevo cargo el 1 de marzo de 2021.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Michael Hollingdale
tel. +41 79 500 2119
hollingdalem@unaids.org

ONUSIDA hace un llamamiento para que la comunidad LGBT de Uganda sea tratada siempre con respeto y dignidad

12 de enero de 2021

GINEBRA, 12 de enero de 2021—ONUSIDA se muestra completamente preocupada por el desprecio a las personas de comunidades lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT) en Uganda, el cual podría llevar a mayores niveles de violencia, estigma y discriminación contra ellas y reducir su acceso a los servicios relacionados con el VIH y otros servicios esenciales. En una entrevista reciente con los medios de comunicación, el presidente del país africano, Yoweri Museveni, habló de ser LGBT como una «desviación»

«El utilizar un lenguaje ofensivo que describe a las personas LGBT como una “desviación“ es algo completamente inaceptable», señaló Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «El estigma y la discriminación basados en la orientación sexual viola los derechos y aleja a las personas de los servicios relacionados con las pruebas, el tratamiento, la prevención y los cuidados para el VIH La epidemia del VIH no verá nunca su fin mientras siga habiendo grupos de personas excluidos de los servicios sanitarios».

ONUSIDA defiende con legisladores, otras autoridades gubernamentales y la sociedad civil en todo el mundo el establecer leyes antidiscriminatorias y protectoras que sean capaces de acabar con la discriminación y la violencia sufrida por la comunidad LGBT. Asimismo, todos ellos trabajan para hacer realidad el derecho a la salud de todas las personas sin excepción.

Uganda ha logrado un importante progreso contra la epidemia del VIH en los últimos años. Del millón y medio de personas que se calcula que vivían con el VIH en Uganda en el año 2019, alrededor de 1,3 millones conocían su estado serológico y 1,2 millones estaban en tratamiento. Más del 95 % de las mujeres embarazadas y lactantes que viven con el VIH en Uganda están en tratamiento antirretroviral para mantenerse sanas y evitar la transmisión del virus a sus hijos.

Sin embargo, en el país ugandés los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen menos posibilidades de acceder a los servicios relacionados con las pruebas, el tratamiento, la prevención y los cuidados para el VIH que hacen que se encuentren sanos y bien, en parte debido al estigma y la discriminación a la que se enfrentan en los centros de atención sanitaria y en toda la sociedad. 

«No cabe duda de que, para poner fin a la epidemia de sida en Uganda, urge construir una sociedad más inclusiva en la que todo el mundo disfrute del derecho a la salud. ONUSIDA está lista para aportar su grano de arena junto a todos los socios y poner fin al estigma y la discriminación contra la comunidad LGBT, y lograr el pleno respeto a los derechos humanos universales», reiteró la Sra. Byanyima.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Michael Hollingdale
tel. +41 79 500 2119
hollingdalem@unaids.org

ONUSIDA llama a todos los países a emprender una acción mundial y propone nuevos grandes desafíos en materia del VIH para el año 2025

26 de noviembre de 2020

Mientras la COVID-19 sigue obstaculizando los avances en la respuesta al sida y ha hecho que no se estén pudiendo alcanzar los objetivos para 2020, ONUSIDA insta con más fuerza que nunca a todos los dirigentes políticos, para que aprendan de las lecciones del pasado y tengan presente lo que sucede cuando no se invierte lo suficiente en salud. Asimismo, hace un llamamiento generalizado para que cada país dé un paso al frente en su acción mundial, pues solo así se logrará erradicar el sida y vencer otras pandemias.

GINEBRA, 26 de noviembre de 2020 - En su nuevo informe, Vencer a las pandemias priorizando a las personas, ONUSIDA pide a los países que inviertan mucho más en las respuestas mundiales a las pandemias y que adopten un nuevo conjunto de objetivos para el VIH audaces y ambiciosos, pero alcanzables. Si logramos hacer realidad dichos objetivos, el mundo volverá de nuevo a la senda de lo programado para poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030.

La respuesta mundial al sida ya se había ralentizado antes del brote de la COVID-19. Sin embargo, la rapidísima expansión de la enfermedad del nuevo coronavirus ha supuesto aún más reveses. El modelaje del impacto a largo plazo que la pandemia tendrá en la respuesta al VIH nos muestra que las nuevas infecciones por el VIH se calcula que podrían pasar de 123 000 a 293 000 de 2020 a 2022. Asimismo, para este mismo periodo, las estimaciones apuntan a que las muertes relacionadas con el sida podrían crecer de 69 000 a 148 000.

«Estamos pagando ahora un precio altísimo por el error colectivo que hemos cometido de no invertir lo suficiente en respuestas para el VIH integrales, basadas en los derechos humanos y centradas en las personas», advierte Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. «El implementar únicamente aquellos programas que resultan más agradables desde el punto de vista político no nos ayudará, ni de lejos, a acabar con la COVID-19 ni a erradicar el sida. Para que la respuesta mundial vuelva a funcionar, es absolutamente imprescindible que pongamos a las personas en el centro y que abordemos las desigualdades que alimentan las epidemias».

Nuevos objetivos para reactivar la respuesta

Aunque algunos países del África subsahariana, como Botswana y Eswatini, lo han hecho considerablemente bien y han alcanzado, e incluso superado, los objetivos fijados para 2020, son muchos más los países que están quedando atrás. Aquellos que mejor lo han hecho han abierto el camino para todos los demás. ONUSIDA lleva un tiempo trabajando con sus socios para extraer todas las lecciones aprendidas y convertirlas en una serie de objetivos de cara a 2025 en los que las personas ocupen siempre un papel central.

Los objetivos pretenden lograr una gran cobertura tanto de los servicios de salud sexual y reproductiva, como de todos aquellos relacionados con el VIH. Además, se persigue acabar con las leyes y las políticas punitivas, y reducir el estigma y la discriminación. En todos los nuevos objetivos las personas están en el centro, sobre todo aquellas más en riesgo y marginadas, como las mujeres jóvenes y las niñas, las adolescentes, los trabajadores sexuales, las personas transgénero, los consumidores de drogas inyectables, y los gais y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres.

Los nuevos objetivos respecto a la distribución de los servicios relacionados con el VIH aspiran a lograr una cobertura del 95 % para cada subpoblación de personas que viven con el VIH y que tienen mayor riesgo de infectarse del VIH. Al adoptar un enfoque centrado en las personas y ocuparse especialmente de las zonas clave, los países lograrán estar más preparados para controlar las epidemias que los azotan.

Los objetivos para 2025 también exigen asegurar un entorno propicio para una respuesta al VIH eficaz, así como incluir otros objetivos ambiciosos y antidiscriminatorios para conseguir que menos de un 10 % de los países tenga leyes y políticas punitivas, menos de un 10 % de las personas que viven con el VIH o están afectadas por el virus sufra el estigma y la discriminación, y menos de un 10 % sea víctima de la desigualdad de género y la violencia.

Venciendo pandemias

La inversión y la acción insuficiente tanto en el VIH como en otras pandemias han dejado el mundo expuesto a la COVID-19. Si los sistemas sanitarios y las redes de la seguridad social hubieran sido más fuertes, el mundo habría estado en una mejor posición para frenar la propagación de la COVID-19 y soportar su impacto. La COVID-19 nos ha demostrado que la inversión en salud no solo salva vidas, sino que también sienta las bases de economías mucho más fuertes. La salud y los programas para el VIH deben estar plenamente financiados, tanto en tiempos de holgura económica como en momentos de crisis.

«Ningún país es capaz de derrotar solo las dos epidemias», insiste la Sra. Byanyima. «Un desafío de esta magnitud solo se puede lograr potenciando al máximo la solidaridad mundial, cultivando la responsabilidad compartida y aunando esfuerzos para movilizar una respuesta que no deje a nadie atrás. Podemos hacerlo compartiendo la carga y trabajando juntos».

Hay algunos puntos sobresalientes: se está dando más importancia que nunca al liderazgo, las infraestructuras y las lecciones aprendidas de la respuesta al VIH, para derrotar a la COVID-19. La respuesta al VIH ha ayudado a garantizar la continuidad de los servicios ante esos desafíos extraordinarios. La respuesta por parte de las comunidades contra la COVID-19 ha hecho más que evidente todo lo que podemos lograr si trabajamos juntos.

Además, el mundo debe aprender de los errores cometidos en los primeros momentos de la respuesta al VIH, cuando millones de personas de países en vías de desarrollo murieron esperando su tratamiento antirretroviral. Aun hoy, más de 12 millones de personas todavía no tienen acceso al tratamiento para el VIH, y 1,7 millones contrajeron el VIH en 2019 por no tener acceso a los servicios esenciales para el VIH.

Todo el mundo tiene derecho a la salud. Precisamente por eso ONUSIDA está liderando la defensa de una vacuna universal contra la COVID-19. Ahora que están apareciendo vacunas prometedoras contra la COVID-19, hemos de garantizar que no se conciban solo como un privilegio de los ricos. Por eso, ONUSIDA y sus socios están rogando a los laboratorios farmacéuticos que compartan su tecnología y sus conocimientos, y que renuncien a sus derechos de propiedad intelectual para que el mundo pueda fabricar vacunas exitosas a gran escala y al ritmo necesario para proteger a toda la población.

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Contacto

UNAIDS Geneva
Sophie Barton-Knott
tel. +41 79 514 68 96
bartonknotts@unaids.org

Contacto

UNAIDS Media
tel. +41 22 791 4237
communications@unaids.org

Leer informe

Pages