Epidemiology

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ONU Habitat y ONUSIDA piden renovar los esfuerzos para responder al VIH en zonas urbanas
18 Septiembre 2015 18 Septiembre 2015NAIROBI/GINEBRA, 18 de septiembre de 2015—Un nuevo informe elaborado por ONU‑Habitat y ONUSIDA insta a las ciudades a llevar a cabo más esfuerzos para responder a la epidemia del VIH en las zonas urbanas. El informe indica que las ciudades y las zonas urbanas están especialmente afectadas por el VIH. De hecho, se estima que las 200 ciudades más afectadas por la epidemia representan más de un cuarto de todas las personas que viven con el VIH en el mundo.
El informe, Acabar con la epidemia urbana de sida, fue presentado en Nairobi (Kenya) por el director ejecutivo de ONU-Habitat, Joan Clos, y el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. Revela que, en numerosos países, las ciudades de rápido crecimiento acogen a más de la mitad de todas las personas que viven con el VIH, y que muchas de ellas deben enfrentarse a importantes retos de acceso a servicios relacionados con el VIH.
"A pesar de que las ciudades suelen tener recursos, sistemas de salud viables y la capacidad necesaria para la innovación y la prestación de servicios, en ocasiones tienen dificultades para diseñar y poner en práctica respuestas al sida concretas, efectivas y fundamentadas en los derechos de las personas. Esto hace que las poblaciones marginadas y más vulnerables se queden a menudo desatendidas", declaró el Sr. Clos. "Las ciudades son esenciales a la hora de promover un cambio de paradigma en la respuesta al sida. Deben apostar por una responsabilidad compartida entre las autoridades locales y nacionales, y las organizaciones basadas en la comunidad, con el fin de apoyar el liderazgo y los conocimientos locales para transformar, así, los determinantes económicos, políticos y sociales del riesgo de vulnerabilidad y de infección por el VIH".
El informe insiste en que los líderes locales de las ciudades tienen en sus manos una oportunidad única para aprovechar el dinamismo, la innovación y la fuerza asociados a la respuesta al sida no solo para ampliar los servicios relacionados con el VIH en las ciudades, sino también para hacer frente a otros retos urbanos, como la exclusión social, la desigualdad y la pobreza extrema.
"Las ciudades pueden liderar el cambio", afirmó el Sr. Sidibé. "Como centros de innovación por excelencia, las ciudades pueden fomentar el desarrollo de asociaciones y hacer uso de sus amplios recursos para ofrecer una respuesta al VIH inclusiva y eficaz, basada en pruebas y fundamentada en los derechos humanos. Y todo ello con el objetivo de no dejar a nadie de lado".
En casi la mitad (94) de las 200 ciudades más afectadas, el virus del VIH se transmite principalmente a causa de relaciones heterosexuales sin protección. En las otras 106 ciudades, el trabajo sexual, el sexo sin protección entre hombres y el uso de drogas inyectables son los principales motores de la epidemia. En la región de Asia y el Pacífico, se calcula que aproximadamente el 25% de las personas que viven con el VIH reside en 31 grandes ciudades. En Europa occidental y central, se estima que un 60% de todas las personas que viven con el VIH viven en solo 20 ciudades.
Según el nuevo informe, los datos procedentes de encuestas representativas de hogares realizadas a nivel nacional en 30 países indican que, en la mayoría de los países, la prevalencia del VIH en personas de entre 15 y 49 años que viven en zonas urbanas es mayor que en aquellas que residen en zonas rurales.
Incluso en los países que siguen siendo principalmente rurales, las ciudades registran a menudo cifras desproporcionadas de personas que viven con el VIH. Por ejemplo, las zonas urbanas representan tan solo el 18% de la población en Etiopía. Sin embargo, en ellas reside cerca del 60% de las personas que viven con el VIH en el país.
El informe hace hincapié en la necesidad de que las ciudades renueven sus esfuerzos en pro de un enfoque sanitario que cubra las necesidades tan cambiantes de las ciudades y de las personas que viven en ellas. Asimismo, añade que este tipo de medidas contribuirían a la consecución de los objetivos de acción acelerada de ONUSIDA, dirigidos a acabar con la epidemia de sida como una amenaza para la salud mundial de aquí a 2030.
Este enfoque de acción acelerada promovido por ONUSIDA requiere mejoras inmediatas en el desarrollo y la prestación de servicios de calidad y con gran impacto en materia de prevención y tratamiento del VIH: un enfoque que, a su vez, depende cada vez más del liderazgo urbano.
Diversos países han aprobado ya leyes específicas, políticas nacionales o estrategias encaminadas a responder a las necesidades de las personas que viven con el VIH y aquellas que están afectadas por el virus. No obstante, numerosos países siguen teniendo dificultades para aportar recursos adecuados y aplicar programas en materia de VIH inclusivos y adaptados a las características de las zonas urbanas.
ONU-Habitat
ONU-Habitat ha alcanzado una posición única en su labor de promoción del desarrollo urbano, así como la planificación y la construcción de un mejor futuro urbano para las próximas generaciones. Se trata de un proceso fundamental que favorece el crecimiento económico y el desarrollo social, además de reducir la pobreza y la desigualdad. Las prioridades de ONU‑Habitat se centran en siete áreas: legislación urbana, gobernabilidad urbana, planificación y diseño urbanísticos, economía urbana, servicios básicos urbanos, vivienda y mejora de zonas marginales, reducción de riesgos y rehabilitación, investigación y desarrollo de capacidades. Acceda a más información en unhabitat.org y conecte con nosotros a través de Facebook y Twitter.
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ONUSIDA anuncia que la meta de 15 millones de personas en tratamiento antirretrovírico en 2015 se ha cumplido nueve meses antes de lo previsto
14 Julio 2015 14 Julio 2015El mundo ha superado las metas en materia de sida del Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) 6 y está en vías de poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
ADDIS ABEBA/GINEBRA, 14 de julio de 2015— Las metas del ODM 6 relacionadas con el sida —frenar y comenzar a reducir la propagación del VIH— se han alcanzado y superado, según un informe publicado hoy por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA). Las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en un 35 % y las muertes relacionadas con el sida en un 41 %. La respuesta mundial al VIH ha evitado 30 millones de nuevas infecciones por el VIH y casi 8 millones (7,8 millones) de muertes relacionadas con el sida desde 2000, cuando se establecieron los ODM.
«El mundo ha cumplido el compromiso de frenar y comenzar a reducir la epidemia de sida», dijo Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas. «Ahora hemos de comprometernos a poner fin a la epidemia de sida, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.»
Presentado en Addis Abeba (Etiopía) con ocasión de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, el informe muestra que la respuesta al VIH ha sido una de las inversiones más inteligentes en materia de salud y desarrollo mundial, con resultados medibles para las personas y las economías. Señala asimismo que el mundo está en vías de cumplir el objetivo de inversión de 22 000 millones de dólares para la respuesta al sida en 2015 y que una acción concertada en los próximos cinco años puede poner fin a la epidemia de sida para el 2030.
«Hace quince años dominaba una confabulación del silencio. El sida era una enfermedad de los “demás” y el tratamiento era para los ricos, pero no para los pobres», dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «Hemos demostrado que estaban equivocados, y hoy tenemos 15 millones de personas en tratamiento: 15 millones de casos de éxito.»
El informe Cómo el sida lo cambió todo. El ODM 6: 15 años, 15 lecciones de esperanza de la respuesta al sida celebra el hito histórico de llegar a 15 millones de personas en tratamiento antirretrovírico, algo que parecía imposible cuando se fijaron los ODM hace 15 años. También analiza el increíble impacto que ha tenido la respuesta al sida en las vidas y los medios de vida de las personas, las familias, las comunidades y las economías, así como la notable influencia de la respuesta al sida en muchos de los otros ODM. También presenta lecciones específicas para llevar adelante los ODS, así como la necesidad urgente de contar con una inversión de peso y racionalizar los programas para realizar un esprint de cinco años que ponga al mundo en un camino sin retorno para poner fin a la epidemia de sida para el 2030.
El logro del ODM 6: frenar y comenzar a reducir la propagación del VIH
En 2000, el mundo asistía a un aumento extraordinario de las nuevas infecciones por el VIH. Cada día, 8 500 personas contraían la infección y 4 300 morían de enfermedades relacionadas con el sida. Cómo el sida lo cambió todo muestra de qué manera, pese a todo, se frenó y empezó a reducirse el enorme aumento de las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida.
Nuevas infecciones por el VIH
En el 2000, empezó a tomarse en serio el sida. Una unión de líderes mundiales con visión de futuro condujo a una respuesta que hizo historia. Entre 2000 y 2014, las nuevas infecciones por el VIH se redujeron de 3,1 a 2,0 millones, un 35 %. Si el mundo no hubiera actuado y hubiera dejado vía libre a la epidemia, es probable que el número anual de nuevas infecciones por el VIH hubiera alcanzando los 6 millones en 2014.
Los datos del informe para 2014 indican que 83 países —en que reside el 83 % de todas las personas que viven con el VIH— han frenado o comenzado a reducir sus epidemias, entre ellos países muy afectados, como la India, Kenya, Mozambique, Sudáfrica y Zimbabwe.
«Como madre con el VIH, hice todo lo que estaba en mi mano para que mis hijos nacieran sin el virus», dijo Abiyot Godana, coordinadora asistencial en el Centro de Salud Entoto. «Mi marido ha hecho suya mi perspectiva de acabar con el sida y juntos no dejaremos escapar esa esperanza. Nuestros dos hijos forman parte de la generación sin sida y seguirán nuestro legado.» Etiopía ha logrado un avance significativo en la prevención de nuevas infecciones por el VIH entre los niños. En 2000, unos 36 000 niños contrajeron la infección por el VIH, pero esa cifra se había reducido en 2014 en un 87 %, a 4 800, al tiempo que la cobertura del tratamiento antirretrovírico para prevenir nuevas infecciones por el VIH en los niños subió al 73 %.
Detener las nuevas infecciones por el VIH en los niños ha sido uno de los éxitos más notables en la respuesta al sida. En 2000, unos 520 000 niños contrajeron la infección por el VIH. En ausencia de tratamiento antirretrovírico, fallecía una gran cantidad de niños. Esa injusticia llevó al mundo a actuar, convirtiendo en una prioridad mundial de primer orden que las mujeres embarazadas con VIH tuvieran acceso a los medicamentos necesarios para evitar que sus hijos se infectaran.
La acción sin precedentes que siguió dio frutos. Entre 2000 y 2014, el porcentaje de mujeres embarazadas con acceso al tratamiento antirretrovírico se elevó al 73 % y las nuevas infecciones por el VIH en niños se redujeron en un 58 %.
ONUSIDA estima que, en 2014, 85 países se daban menos de 50 nuevas infecciones por el VIH en niños al año, y en 2015 Cuba se ha convertido en el primer país del que la Organización Mundial de la Salud ha validado la eliminación de las nuevas infecciones por el VIH en niños.
Muertes relacionadas con el sida
La segunda medida fundamental para determinar el éxito del ODM 6 ha sido el progreso logrado en frenar y comenzar a reducir el número de muertes relacionadas con el sida. En 2000, el sida suponía una sentencia de muerte. Quienes contraían la infección por el VIH solo tenían unos pocos años de vida y la gran mayoría de los niños que nacían con el virus morían antes de cumplir los cinco años.
Contra todo pronóstico, el ritmo de ampliación del tratamiento antirretrovírico aumentó, con lo que más personas se mantuvieron en vida y sanas. En 2005, las muertes relacionadas con el sida empezaron a reducirse, cayendo un 42 % entre 2004 y 2014.
Lo imposible hecho posible: 15 millones de personas en tratamiento para el VIH
Lograr acceso al tratamiento antirretrovírico para 15 millones de personas es un logro considerado imposible hace 15 años. En 2000, menos del 1 % de quienes vivían con el VIH en países de ingresos bajos y medianos tenían acceso al tratamiento, pues los astronómicos precios de los medicamentos —en torno a 10 000 dólares por persona al año— los hacían inalcanzables. La falta de equidad en el acceso y la injusticia provocaron una indignación moral a escala mundial, que originó uno de los logros más decisivos de la respuesta al VIH: una reducción masiva en el precio de los medicamentos antirretrovíricos.
La promoción, el activismo, la ciencia, la voluntad política y la buena voluntad de las compañías farmacéuticas ha hecho que el precio de los medicamentos para el VIH se haya reducido hasta un 99 %, situándose en unos 100 dólares por persona al año para las formulaciones de primera línea.
Las cifras de 2014 indican que el 40 % de las personas con VIH tenían acceso al tratamiento antirretrovírico, 22 veces más que en el año 2000. En el África subsahariana, esa cifra es de 10,7 millones de personas, 6,5 millones (61 %) de las cuales eran mujeres. Asegurar el tratamiento a 15 millones de personas de todo el mundo demuestra sin ningún género de dudas que se puede ampliar el tratamiento hasta en entornos de escasos recursos.
A medida que aumentaba el acceso al tratamiento, el mundo subió el listón y no dejó de fijarse objetivos ambiciosos, culminando con el llamamiento actual para asegurar el acceso al tratamiento para los 36,9 millones de personas que viven con el VIH.
No obstante, el progreso en el acceso al tratamiento del VIH ha sido más lento para los niños que para los adultos. En 2014, solo el 32 % de los 2,6 millones de niños con el VIH había sido diagnosticado, y solo el 32 % de ellos tenía acceso al tratamiento antirretrovírico.
Si bien el precio de los medicamentos de primera línea se ha reducido de manera significativa, el de los medicamentos de segunda línea y de nueva generación sigue siendo demasiado alto y debe negociarse con urgencia una reducción.
Conocer su situación para tratarse
Cómo el sida lo cambió todo incluye también datos muy esperanzadores sobre el acceso al tratamiento una vez que las personas conocen su estado serológico. Cerca del 75 % de quienes saben que tienen el virus accede al tratamiento antirretrovírico, lo que demuestra que la mayoría de la gente, una vez que se le diagnostica la infección por el VIH, se muestra dispuesta a tratarse y tiene acceso.
Esto pone de relieve la necesidad urgente de ampliar las pruebas del VIH. En 2014, solo el 54 % (19,8 millones) de los 36,9 millones de personas con VIH sabían que tenían la infección.
Una inversión, no un gasto
Cómo el sida lo cambió todo muestra que las repercusiones económicas son uno de los mayores logros de la respuesta al VIH y que seguirán dando frutos en los próximos años.
«El mundo ha pasado de millones a miles de millones de personas y cada dólar que se invierte hoy produce un beneficio de USD 17», afirmó el Sr. Sidibé. «Si hacemos inversiones de peso y aceleramos nuestros esfuerzos en los próximos cinco años, acabaremos con la epidemia de sida para el 2030.»
Desde el año 2000, se calcula que se han invertido 187 000 millones de dólares en la respuesta al sida, 90 millones de los cuales procedían de fuentes nacionales. En 2014, alrededor del 57 % de las inversiones en materia de sida procedía de fuentes nacionales, y 50 países aportaron de sus propios fondos más del 75 % de la inversión para la respuesta, lo que supone un gran éxito para la identificación del país con la respuesta.
Los Estados Unidos de América han invertido más de 44 000 millones de dólares en la respuesta al sida, situándose como el mayor contribuyente mundial. El Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria invierte casi 4 000 millones de dólares al año en programas de sida, y ha desembolsado más de 15 700 millones desde su creación en 2002.
El informe muestra asimismo que los próximos cinco años serán fundamentales. Hacer inversiones de peso en este frágil periodo hasta el 2020 podría reducir las nuevas infecciones por el VIH en un 89 % y las muertes relacionadas con el sida en un 81 % para el 2030.
Las inversiones actuales en la respuesta al sida rondan los 22 000 millones de dólares anuales. Se necesita aumentar esa cifra entre 8 000 y 12 000 millones anuales para cumplir el objetivo de Respuesta Rápida de 31 900 millones en 2020. Si se cumpliera la meta de 2020, la necesidad de recursos comenzaría a disminuir de manera permanente, a 29 300 millones de dólares en 2030 y a una cifra mucho menor en el futuro. Eso produciría beneficios que superarían los 3,2 billones de dólares y se extenderían mucho más allá de 2030.
El informe subraya que, antes de que se pueda contar con una financiación sostenible a largo plazo, se necesitará asistencia internacional a corto plazo, especialmente para los países de ingresos bajos y medios bajos. El África subsahariana requerirá la mayor parte de la financiación mundial para el sida: 15 800 millones de dólares para el 2020.
Los países que tomaron las riendas obtuvieron notables resultados
Los países que pusieron en marcha rápidamente respuestas firmes a sus epidemias cosecharon resultados impresionantes. En 1980, la esperanza de vida en Zimbabwe era de unos 60 años. En 2000, se había reducido a solo 44 años, en gran parte debido al impacto de la epidemia de sida. Sin embargo, en 2013 la esperanza de vida había vuelto a situarse en 60 años, al tiempo que las nuevas infecciones por VIH se redujeron y el acceso al tratamiento antirretrovírico se amplió.
Etiopía se ha visto especialmente afectada por la respuesta al sida; de hecho, en el año 2000, 73 000 personas murieron de enfermedades relacionadas con el sida. Los esfuerzos concertados del gobierno etíope han hecho posible un descenso del 71 % en el número de muertes relacionadas con el sida entre el nivel máximo de 2005 y 2014.
En Senegal, una de las primeras historias de éxito de la respuesta mundial al sida, las nuevas infecciones por el VIH han disminuido en más de un 87 % desde el año 2000. Del mismo modo, Tailandia, otra historia de éxito, ha reducido las nuevas infecciones por el VIH en un 71 % y las muertes relacionadas con el sida en un 64 %.
Sudáfrica le dio la vuelta a la disminución de su esperanza de vida en 10 años, pasando de 51 años en 2005 a 61 a finales de 2014, gracias a un gran aumento en el acceso al tratamiento antirretrovírico. Sudáfrica cuenta con el mayor programa de tratamiento del VIH del mundo, con más de 3,1 millones de personas en tratamiento antirretrovírico, financiado casi en su totalidad con fondos nacionales. Solo en los últimos cinco años, las muertes relacionadas con el sida han disminuido en un 58 %.
No dejar a nadie atrás
Se han registrado grandes avances en la ampliación de los servicios de prevención del VIH a las poblaciones clave, pese a que sigue habiendo notables deficiencias. Aunque más de 100 países penalizan de alguna manera el trabajo sexual, las profesionales del sexo siguen siendo quienes informan los niveles más altos en el uso del preservativo, superando el 80 % en la mayoría de las regiones.
El consumo de drogas sigue considerándose delito en la mayoría de los países, pero muchos permiten el acceso a programas de intercambio de agujas y jeringas y a tratamientos de sustitución de opiáceos. En 2014, la prevalencia del VIH parece haber disminuido entre las personas que se inyectan drogas en casi todas las regiones.
Sin embargo, las nuevas infecciones por el VIH están aumentando entre los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, sobre todo en Europa Occidental y América del Norte, donde mayores descensos se habían dado anteriormente. Eso indica que los esfuerzos de prevención del VIH deben adaptarse para responder a las nuevas realidades y a las necesidades de los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
El número de hombres adultos que han optado por la circuncisión médica masculina voluntaria para prevenir la transmisión del VIH sigue en aumento. De 2008 a diciembre de 2014, unos 9,1 millones de hombres de 14 países prioritarios optaron por ser circuncidados. Solo en 2014, fueron circuncidados 3 200 000 hombres en 14 países prioritarios. Tanto Etiopía como Kenya han superado ya su meta de cobertura del 80 %.
La tuberculosis continúa siendo la principal causa de muerte entre quienes viven con el VIH, y representa una de cada cinco muertes relacionadas con el sida en el mundo. Sin embargo, entre 2004 y 2014, las muertes por tuberculosis se redujeron en un 33 % gracias al rápido aumento del tratamiento antirretrovírico, que reduce el riesgo de que una persona que vive con el VIH desarrolle tuberculosis en un 65 %.
Por otro lado, 74 países han informado tener leyes en vigor que prohíben la discriminación hacia las personas que viven con el VIH. No obstante, 61 países tienen una legislación que permite la penalización de la no revelación, exposición o transmisión respecto al VIH. En 76 países se penalizan las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo; en siete países, se castigan con la muerte.
Las personas transgénero no se reconocen como un género independiente en la mayoría de los países y suelen ser ignoradas en la formulación de políticas públicas y programas de protección social. El mundo sigue estando muy lejos de lograr su objetivo de eliminar las desigualdades de género y la violencia de género y el maltrato.
Mejores datos
Los países han invertido mucho en el seguimiento y la evaluación de sus respuestas al VIH. En 2014, el 92 % de los Estados Miembros de las Naciones Unidas trasmitieron a ONUSIDA datos sobre el VIH. Los últimos avances en el seguimiento, la recogida de datos y la presentación de informes sobre la epidemia han mejorado los datos sobre el VIH en todo el mundo, haciéndolos mucho más completos que los datos sobre cualquier otra enfermedad. Esto no solo ha permitido al mundo tener una idea clara de las tendencias del VIH, sino que también ha hecho posible que los programas de VIH se adapten a la dinámica específica de la epidemia en cada país.
Junto con Cómo el sida lo cambió todo, ONUSIDA presenta su nueva herramienta de visualización de datos AIDSinfo, que permite a usuarios ver los datos mundiales, regionales y nacionales sobre el VIH a través de mapas, gráficos y tablas adaptados para todos los dispositivos y muy fáciles de usar.
Cómo el sida lo cambió todo
El libro de ONUSIDA ofrece una descripción gráfica y detallada del impacto que la respuesta al sida ha tenido en la salud y el desarrollo mundial en los últimos 15 años y de la extraordinaria importancia de las lecciones aprendidas para asegurar el éxito de los ODS.
Cómo el sida lo cambió todo. El ODM 6: 15 años, 15 lecciones de esperanza de la respuesta al sida es a la vez una mirada hacia los últimos 15 años y una mirada hacia el futuro de la respuesta al sida y la senda para poner fin a la epidemia de sida en 2030.
Esta emblemática publicación de ONUSIDA fue presentada en un acto comunitario en el Hospital Zewditu de Addis Abeba (Etiopía), el 14 de julio de 2015, por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el ministro de Salud de la República Democrática Federal de Etiopía, Kesetebirhan Admassu, el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, y Abiyot Godana, coordinadora asistencial en el Centro de Salud Entoto.
ESTADÍSTICAS MUNDIALES PARA 2014/2015*
- 15 millones* de personas tenían acceso al tratamiento antirretrovírico (marzo de 2015)
- 36,9 millones [34,3-41,4 millones] de personas vivían con el VIH en el mundo
- 2 millones [1,9-2,2 millones] de personas contrajeron la infección por el VIH
- 1,2 millones [980 0000 -1,6 millones] de personas murieron a causa de enfermedades relacionadas con el sida
LA HISTORIA CONTINÚA EN WHITETABLEGALLERY.ORG
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Acción acelerada: pongamos fin a la epidemia de sida para 2030
18 de noviembre de 2014
El mundo está embarcándose en una estrategia de aceleración para poner fin a la epidemia de sida para el año 2030. Para alcanzar esta meta visionaria tras tres décadas de la más grave epidemia que se recuerde, los países deberán hacer uso de las poderosas herramientas con las que se cuenta, exigirse mutuamente resultados y garantizar que nadie quede en el olvido.
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Press Release
Alcaldes de todo el mundo firman la Declaración de París para poner fin a la epidemia de sida
01 Diciembre 2014 01 Diciembre 2014ONUSIDA publica un nuevo informe sobre el enorme potencial de acelerar la respuesta al sida en las ciudades en una reunión celebrada en París con motivo del reunión Día Mundial del Sida
PARÍS/GINEBRA, 1 de diciembre de 2014— En el Día Mundial del Sida 2014, alcaldes de todo el mundo han firmado en París una declaración para poner fin a la epidemia de sida en sus ciudades. En dicha declaración, denominada Declaración de París, los alcaldes se comprometen a adoptar una serie de compromisos para acelerar la respuesta al sida en las ciudades con el objetivo de poner fin a la epidemia. Entre tales compromisos se encuentra alcanzar los objetivos 90-90-90 de ONUSIDA, que consisten en que el 90 % de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90 % de quienes conocen su estado serológico positivo sigan un tratamiento y suprimir la carga viral del 90 % de las personas en tratamiento, para que se mantengan sanas y se reduzca el riesgo de transmisión del VIH.
«Poner fin a la epidemia de sida es posible si las grandes ciudades del mundo actúan de manera inmediata y decisiva para acelerar su respuesta al sida para el 2020», afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «Una Respuesta Rápida al sida en las ciudades también fomentará que surjan nuevos programas avanzados de prestación de servicios, que facilitará a las ciudades el tratamiento de otros problemas de salud pública, como la tuberculosis, la salud sexual y reproductiva, la salud materna e infantil, la violencia de género y las enfermedades no transmisibles».
En la reunión, organizada por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, estuvieron también presentes el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) y la Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida (IAPAC), organismos que, junto con los alcaldes, firmaron la Declaración de París. «Las ciudades de todo el mundo son actores clave que pueden acelerar la respuesta para poner fin al sida de manera definitiva», declaró Anne Hidalgo, alcaldesa de París. «Estamos ante todo ante un deber humano. Como representantes elegidos, queremos demostrar solidaridad. En París, estamos decididos a asumir nuestra responsabilidad y cumplir nuestros compromisos».
El encuentro se celebra 20 años después de la Cumbre de París sobre el Sida, en la que líderes y comunidades de todo el mundo acordaron un conjunto de principios para fomentar una mayor participación de las personas que viven con el VIH, los llamados principios MPPVS, que siguen orientando la respuesta mundial al sida hasta nuestros días.
Durante la reunión, ONUSIDA presentó un informe sobre el VIH en las ciudades, el cual describe el importante papel que tendrán las áreas urbanas para poner fin a la epidemia del sida para 2030. El Informe, titulado El informe sobre las ciudades, muestra que las ciudades y las zonas urbanas se ven especialmente afectadas por el VIH, pues se calcula que las 200 ciudades más afectadas por la epidemia albergan a más de la cuarta parte de los 35 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo. En muchos países, más de la mitad de las personas con VIH residen en ciudades. En el África subsahariana, esa cifra es del 45 %.
Según el informe, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, un porcentaje que subirá hasta el 60 % en 2050. La gran mayoría de las megalópolis —las que tienen más de 10 millones de habitantes— estarán en países de ingresos bajos y medios. Por ello, para poner fin a la epidemia de sida será fundamental acelerar la respuesta al VIH en las ciudades, sin descuidar los esfuerzos en las zonas rurales y otras áreas.
La Declaración de París de 2014 incluye el compromiso de centrarse en las comunidades más afectadas por el VIH, movilizar recursos para lograr una mejor integración de salud pública y desarrollo, construir y acelerar las estrategias urbanas en materia de VIH y usar la respuesta al sida como catalizador para una transformación social positiva.
«Las ciudades ofrecen plataformas flexibles y creativas que pueden contribuir a poner fin a la epidemia de sida de una manera pragmática, equilibrada y eficiente», dijo Joan Clos, director ejecutivo de ONU-Hábitat. «Las ciudades pueden ser los foros donde construir los vínculos, la confianza, el respeto y la inclusión necesarios para cualquier solución sostenible».
El informe muestra la visión sobre la ciudad del famoso fotógrafo Richard Silver. También cuenta con testimonios de activistas comunitarios, profesionales sanitarios y funcionarios públicos que han estado en la primera fila de la respuesta al sida en diversas ciudades del mundo. Sus historias muestran que las ciudades, que se han visto más afectadas por el VIH desde el comienzo de la epidemia, están ahora en una posición única para poner fin a la epidemia. También se pone de manifiesto la importancia de garantizar el acceso a los servicios de prevención y tratamiento del VIH a las personas que suelen ser marginadas y estigmatizadas, como los trabajadores sexuales, los usuarios de drogas inyectables y los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
La lucha contra la pobreza y la desigualdad también serán esenciales. Se estima que, en todo el mundo, mil millones de personas viven en la pobreza y sin casi acceso a servicios, la gran mayoría en ciudades de países en desarrollo. Múltiples problemas de salud corroboran ese hecho, incluyendo el VIH y otras enfermedades relacionadas, como la tuberculosis, que es la principal causa de muerte entre las personas que viven con el VIH.
«Debemos aprovechar este momento que supone una oportunidad sin precedentes para reducir rápidamente el número de nuevas infecciones por el VIH y poner fin a las muertes relacionadas con el sida, sin olvidar las grandes obstáculos para lograr los objetivos 90-90-90 en las ciudades, como el estigma y la discriminación», dijo José M. Zúñiga, presidente de IAPAC. «Para lograr esos objetivos hemos de pensar de manera global y actuar de forma local. Aprovechar los programas y recursos existentes en las ciudades y poner en marcha intervenciones locales adaptadas para hacer frente a las lagunas en materia de prevención, pruebas y tratamiento relacionadas con el VIH».
Poner fin a la epidemia de sida en las ciudades del mundo requerirá que haya líderes capaces de inspirar y aprovechar la compasión y generosidad de la gente común de las ciudades para lograr un cambio duradero. Eso exigirá transmitir energía a las comunidades para acelerar y ajustar el enfoque de las respuestas locales al sida y compartir las mejores prácticas en los centros urbanos.
Además de los objetivos 90-90-90, ONUSIDA insta igualmente a reducir el número anual de nuevas infecciones por el VIH en adultos en más de un 75 % (hasta 500 000) para 2020, así como alcanzar la cero discriminación. ONUSIDA estima que cumplir los objetivos de la estrategia de Respuesta Rápida de 90-90-90 evitará casi 28 millones de nuevas infecciones por el VIH y 21 millones de muertes hasta el 2030.
Alcaldía de París
París, capital de la República Francesa, ha demostrado su compromiso con la respuesta al sida durante más de 30 años, a través de sus asociaciones, médicos, hospitales y líderes políticos. Además, París ofrece dos millones de euros cada año para financiar la asistencia internacional para el VIH, especialmente en el África subsahariana. Para obtener más información, visite www.paris.fr/espanol
ONUSIDA
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) dirige e inspira al mundo para hacer realidad su visión de futuro de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. El ONUSIDA reúne los esfuerzos de once organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para maximizar los resultados de la respuesta al sida. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook y Twitter.
ONU-Hábitat
ONU-Hábitat es el organismo de las Naciones Unidas que se ocupa del desarrollo urbano sostenible. Su mandado consiste en promover unas condiciones de habitación adecuadas y mejorar los medios de vida mediante el aprovechamiento de las oportunidades que ofrece la urbanización.
IAPAC
La Asociación Internacional de Proveedores de Atención al Sida (IAPAC) representa a más de 20 000 médicos y profesionales de la salud de más de 150 países. Su misión es mejorar la calidad de los servicios de prevención, atención, tratamiento y servicios de apoyo para los hombres, mujeres y niños afectados por el VIH o que viven con el virus y enfermedades concomitantes, como la tuberculosis y las hepatitis víricas. Visite www.iapac.org si desea más información acerca de la IAPAC, la Iniciativa de Respuesta Rápida en las Ciudades y de sus demás actividades a nivel mundial.
Contactos
Alcaldía de París | Marie Francolin | + 33 1 42 76 59 29 | marie.francolin@paris.fr
ONUSIDA Ginebra | Sophie Barton-Knott | +41 22 791 1697 | bartonknotts@unaids.org
ONU-Hábitat | Jeanette Elsworth | +254 20 762 5518 | jeanette.elsworth@unhabitat.org
IAPAC | Lindsay G. Deefholts | +1 416 301 7966 | ldeefholts@hotmail.com
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El presidente de Sudáfrica y el director ejecutivo de ONUSIDA debaten sobre el VIH y el brote de Ébola
05 Septiembre 2014
05 Septiembre 2014 05 Septiembre 2014El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, se reunió con el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, el 4 de septiembre en la residencia oficial del presidente en Pretoria (Sudáfrica). Durante la reunión, el Sr. Sidibé felicitó al presidente por su reelección y alabó el liderazgo del gobierno en la respuesta al VIH del país.
El Sr. Sidibé apeló al presidente Zuma para que preste su ayuda a los países afectados por el actual brote del virus del Ébola en África Occidental. La falta de un suero de producción local para responder al Ébola ilustra la necesidad que tiene África de investigar y producir fármacos para esta y otras enfermedades que afectan al continente, incluido el VIH.
El presidente Zuma y el Sr. Sidibé coincidieron en que la producción local de antirretrovíricos es fundamental, ya que de los 35 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo, 24,9 millones residen en África. Sudáfrica puede ser pionera y desempeñar un papel fundamental para garantizar que todos los países tengan acceso a fármacos genéricos más baratos.
El Sr. Sidibé también solicitó al presidente Zuma que dirija la prevención del VIH entre las poblaciones con un mayor riesgo de infección por el VIH en Sudáfrica, incluidos los profesionales del sexo y los jóvenes, en especial las mujeres jóvenes y las niñas.
Quotes
"ONUSIDA siempre ha proporcionado una ayuda de gran utilidad para nuestra respuesta al sida. Siempre resulta alentador y agradable ver la nueva orientación y los nuevos enfoques estratégicos, que Sudáfrica ha adoptado".
"Bajo el liderazgo del presidente Zuma podemos implicar activamente a las compañías farmacéuticas para garantizar que el pueblo africano tenga acceso a fármacos de nueva generación y ampliar la producción local de antirretrovíricos".
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Press Release
El informe de ONUSIDA revela que 19 de los 35 millones de personas que viven con el VIH en la actualidad desconocen que son VIH-positivas
16 Julio 2014 16 Julio 2014En África subsahariana, casi el 90 % de las personas que saben que son VIH-positivas reciben tratamiento; poner fin a la epidemia del sida requerirá una estrategia eficaz de escalamiento que permita acabar con las deficiencias.
GINEBRA, 16 de julio de 2014 — Un nuevo informe elaborado por ONUSIDA revela que 19 de los 35 millones de personas que viven con el VIH en todo el mundo no saben que son VIH-positivas.
«La vida o la muerte de una persona no debería depender de la posibilidad de acceder a una prueba del VIH», afirma Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «Se requiere un escalamiento eficaz para eliminar las diferencias entre las personas que conocen su condición de VIH-positivas y las que no, las personas que pueden acceder a servicios y las que no y las personas que reciben protección y aquellas a las que se les castiga».
El Informe de déficits y diferencias de ONUSIDA revela que, cuando las personas conocen su estado serológico positivo, solicitan recibir un tratamiento que puede salvarles la vida. En África subsahariana, casi el 90 % de las personas VIH-positivas tienen acceso al tratamiento antirretrovírico (TAR). Además, existen investigaciones que demuestran que en África subsahariana, el 76 % de las personas que reciben TAR ha logrado la supresión vírica, lo que reduce las probabilidades de que transmitan el VIH a sus parejas sexuales. El análisis de nuevos datos demuestra que por cada incremento del 10 % en la cobertura del tratamiento, se produce una disminución del 1 % de las nuevas infecciones entre las personas que viven con el VIH.
En el informe se destaca que las iniciativas dirigidas a aumentar el acceso al tratamiento antirretrovírico están logrando buenos resultados. En 2013, el número de personas con acceso a medicamentos que les permitieron salvar la vida se elevó en otros 2,3 millones. Con este incremento, el número total de personas que recibieron tratamiento antirretrovírico en todo el mundo ascendió a casi 13 millones a finales de 2013. Según escalamientos previos, ONUSIDA calcula que a fecha de julio de 2014, 13 950 296 personas tenían acceso al tratamiento para el VIH.
«Si se acelera el escalamiento del VIH en 2020, podremos avanzar hacia el fin de la epidemia en 2030», explica Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. «De lo contrario, nos estaremos arriesgando a prolongar de manera significativa el tiempo que se tardaría», añade «en una década o más».
Al poner fin a la epidemia en el año 2030, el mundo evitará 18 millones de nuevas infecciones por el VIH y 11,2 millones de muertes relacionadas con el sida entre 2013 y 2030.
Terminar con la epidemia de sida
El informe revela que apenas 15 países* suman más del 75 % de los 2,1 millones de nuevas infecciones por el VIH registradas en 2013. En todas las regiones del mundo hay tres o cuatro países que concentran la carga de la epidemia. En África subsahariana, tan solo tres países, Nigeria, Sudáfrica y Uganda, suman el 48 % de todas las infecciones por VIH nuevas.
Sin embargo, el informe también indica que hay países enteros que han sido relegados al olvido. Por ejemplo, seis naciones, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Indonesia, Nigeria, Federación Rusa y Sudán del Sur, se enfrentan a la triple amenaza de la carga de VIH más alta, la cobertura de tratamiento más baja y una disminución escasa o nula del número de nuevas infecciones por el VIH.
El Informe de déficits y diferencias de ONUSIDA, el primero que se elabora de este tipo, hace hincapié en la importancia de la ubicación y la población a través de un análisis regional detallado de la epidemia del VIH y del análisis de doce poblaciones con un riesgo elevado de infección por VIH. En él se analizan los motivos por los que se acrecienta la brecha entre las personas que tienen acceso a las medidas de prevención, al tratamiento, la asistencia y los cuidados de la infección por el VIH y las personas que carecen de esa posibilidad. Se explica cómo orientar la prioridad hacia las poblaciones que se encuentran desatendidas y con mayor riesgo de contraer la infección por el VIH será un factor determinante para poner fin a la epidemia de sida.
Se calcula que la prevalencia del VIH es 28 veces mayor entre los usuarios de drogas inyectables, 12 veces mayor entre los trabajadores del sexo y hasta 49 veces mayor en las mujeres transgénero que en el resto de la población adulta. En África subsahariana, una de cada cuatro infecciones se produce en chicas adolescentes y mujeres jóvenes. En el informe se examinan los motivos por los que determinadas poblaciones no tienen acceso a los servicios de tratamiento de la infección por el VIH y se destaca la necesidad urgente de dar respuesta a sus necesidades particulares.
«Nunca se logrará acabar con el sida si no se anteponen los intereses de las personas, si no se garantiza que las personas a las que afecta esta epidemia forman parte de un nuevo movimiento», afirma el Sr. Sidibé. «Sin un planteamiento centrado en las personas, no se conseguirán grandes avances después de 2015».
En el informe se muestra que es esencial y posible ir más allá de un enfoque de escala nacional. Los diferentes países y regiones presentan epidemias numerosas y diversas, por lo que en el informe se explica que la implementación de objetivos por países y políticas sólidas crea un espacio para atajar microepidemias complejas con pequeñas soluciones a medida que permitirán llegar a las personas de una forma más rápida y con mejores servicios de respuesta al VIH. Las ciudades y las comunidades desempeñarán un papel cada vez más destacado a la hora de conseguir un escalamiento efectivo.
Sin embargo, en el informe también se indica que la ausencia de datos acerca de las personas más afectadas por el VIH, sumado al estigma y la discriminación generalizadas, los códigos jurídicos punitivos, los obstáculos a la participación de la sociedad civil y la falta de inversión en programas adaptados están lastrando los resultados. Se confirma que los países donde se hace caso omiso de la discriminación y se justifican las desigualdades no alcanzarán su máximo potencial y deberán hacer frente a las graves consecuencias en materia de salud pública y económicas de la inacción. En el informe se resalta la necesidad de brindar un acceso equitativo a servicios asistenciales de calidad para personas VIH-positivas como una obligación tanto desde el punto de vista de los derechos humanos como de la salud pública.
Esperanza y diferencias
ONUSIDA está registrando los niveles más bajos de este siglo de infecciones nuevas por VIH, 2,1 millones [1,9 millones–2,4 millones]. Solo en los tres últimos años, el número de infecciones nuevas por VIH ha descendido en un 13 %.
Se calcula que, a finales de 2013, había 35 millones de personas que vivían con el VIH en todo el mundo. Los fallecimientos relacionados con el sida están en su nivel más bajo desde el pico de 2005; su número se ha reducido un 35 %. La tuberculosis sigue siendo la principal causa de mortalidad entre las personas que viven con el VIH.
El número de infecciones nuevas por el VIH entre la población infantil ha descendido un 58 % desde 2001 y se sitúa por primera vez por debajo de los 200 000 casos en los 21 países africanos más afectados.
Las cifras más elevadas de personas que viven con el VIH corresponden a África subsahariana con 24,7 [23,5-26,1] millones de personas. La región de Asia y el Pacífico presenta la siguiente mayor población en número de personas que viven con el VIH, 4,8 [4,1–5,5] millones.
El porcentaje más elevado de personas que viven con el VIH y han recibido tratamiento se da en Europa occidental y Norteamérica, con un 51 % [39 %–60 %] y en América Latina con un 45 % [33 %-51 %]. Sin embargo, la cobertura más baja se encuentra en Oriente Próximo y el norte de África, con apenas un 11 % [8 %-16 %].
El número de infecciones por VIH nuevas disminuyó sobre todo en el Caribe, un 40 % desde 2005; sin embargo, las infecciones por VIH nuevas aumentaron un 7 % en Oriente Próximo y el norte de África y un 5 % en Europa del este y Asia central desde 2005.
Se observó que el número de fallecimientos relacionados con el sida aumenta de forma pronunciada en Oriente Próximo y el norte de África, en un 66 %. La única región donde ocurre lo mismo es en Europa del este y Asia central, donde las muertes relacionadas con el sida aumentaron un 5 % entre 2005 y 2013.
En el informe se indica que para salvar las diferencias entre las personas que tienen acceso a los servicios de asistencia del VIH y las personas que no lo tienen se necesitarán programas de investigación e innovación combinados con legislaciones protectoras que impulsen la libertad y la igualdad de todas las personas. Asimismo, será necesario que se mantenga y se incremento el compromiso por parte de la comunidad internacional y de los países más afectados con los notables rendimientos experimentados durante los últimos diez años para poder alcanzar el fin de la epidemia de sida en el año 2030.
ONUSIDA pone a disposición de las emisoras televisivas material videográfico (de archivo y de actualidad), así como extractos de la conferencia de prensa en la que se presenta el informe.
http://www.unaids.org/en/resources/campaigns/2014/2014gapreport/videofootage/
Gap Report - Resources
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