Fotografía: ONUSIDA
En vísperas del Día Mundial del Sida, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas recomendaciones para el tratamiento, prevención y la alimentación infantil en el contexto del VIH, basadas en las últimas pruebas científicas.
La OMS recomienda ahora que adultos y adolescentes inicien antes la terapia antirretrovírica, que se ofrezcan medicamentos antirretrovíricos más adaptados a los pacientes, y que se prolongue su uso para reducir el riesgo de la transmisión maternoinfantil del VIH. Por primera vez, la OMS recomienda que las madres seropositivas o sus hijos tomen medicamentos durante la lactancia para evitar la transmisión.
“Estas nuevas recomendaciones se basan en los últimos datos disponibles”, afirmó el Dr. Hiroki Nakatani, subdirector general de VIH/SIDA, Tuberculosis, Malaria y Enfermedades Tropicales Desatendidas en la Organización Mundial de la Salud. “Su adopción general ayudará a que muchas más personas lleven una vida más larga y saludable en áreas severamente castigadas”.
Se estima que 33,4 millones de personas viven con el VIH y cada año se producen unos 2,7 millones de nuevas infecciones. En todo el mundo, el sida es la principal causa de mortalidad en mujeres en edad reproductiva.
Nuevas recomendaciones de tratamiento
En 2006, la OMS recomendó a todos los pacientes que comenzaran la terapia antirretrovírica cuando su recuento de células CD4 (una medida de la fuerza del sistema inmunitario) fuera igual o inferior a 200 células por mm3, un punto en el que normalmente muestran síntomas de la enfermedad. Desde entones, diversos estudios y ensayos han demostrado claramente que comenzar antes el tratamiento reduce los índices de mortalidad y de enfermedad. La OMS recomienda ahora que la terapia se inicie cuando el recuento de CD4 es de 350 células por mm3 en todos los pacientes seropositivos, incluidas mujeres embarazadas, independientemente de sus síntomas.
La OMS también recomienda que los países retiren paulatinamente la Estaduvina, o d4T, debido a sus efectos secundarios irreversibles a largo plazo. La Estaduvina todavía se utiliza bastante en la terapia de primera línea en países en desarrollo debido a su bajo coste y a su amplia disponibilidad. Se recomienda que se sustituya por Zidovudina (AZT) o Tenofovir (TDF) ya que son alternativas menos tóxicas e igualmente efectivas.
Las recomendaciones de 2009 piden que la monitorización de laboratorio desempeñe un mayor papel para mejorar la calidad del tratamiento y la atención del VIH. Recomiendan que se amplíe el acceso a las pruebas de CD4 y el seguimiento de la carga vírica cuando sea necesario. Sin embargo, el acceso al tratamiento antirretrovírico no debe negarse si no se dispone de estas pruebas de monitorización.
Prevenir la transmisión maternoinfantil y mejorar la supervivencia infantil
En 2006, la OMS recomendó que se proporcionara terapia antirretrovírica a las mujeres embarazadas seropositivas en el tercer trimestre (que comienza a las 28 semanas) para prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH. En ese momento no había pruebas suficientes sobre el efecto protector de la terapia durante la lactancia. Desde entonces, diversos ensayos clínicos han demostrado la eficacia de la terapia a la hora de evitar la transmisión al bebé durante la lactancia. Las recomendaciones de 2009 promueven que la terapia se inicie en la 14ª semana de embarazo y se extienda hasta el final del periodo de lactancia.
La OMS recomienda asimismo que la lactancia continúe hasta que el bebé tenga 12 meses, siempre que la madre seropositiva o el propio bebé estén siguiendo la terapia antirretrovírica durante este periodo. Esto reducirá el riesgo de transmisión del VIH y mejorará las opciones de supervivencia del bebé.
“En las nuevas recomendaciones, estamos enviando un mensaje claro: la lactancia es una buena opción para todos los bebés, incluso para aquellos cuyas madres son seropositivas, cuando tienen acceso a la terapia antirretrovírica”, afirmó Daisy Mafubelu, subdirectora general de Salud de la Familia y de la Comunidad.
La OMS insta a las autoridades sanitarias nacionales a que identifiquen las prácticas más apropiadas para sus comunidades en lo que respecta a la alimentación de los bebés (ya sea mediante la lactancia con antirretrovíricos o utilizando una fórmula pediátrica). La práctica que sea seleccionada debe promoverse como la única opción de atención.
Beneficios y retos
Comenzar antes el tratamiento antirretrovírico estimula el sistema inmunitario y reduce el riesgo de muerte o de enfermedad relacionadas con el VIH. También disminuye el riesgo de transmitir el VIH o la tuberculosis.
Las nuevas recomendaciones sobre la prevención de la transmisión maternoinfantil (PTMI) tienen el potencial de reducir el riesgo de transmisión hasta un 5% o menos. Combinadas con mejores prácticas de alimentación pediátrica, las recomendaciones pueden ayudar a aumentar la supervivencia infantil
El principal reto está en mejorar la disponibilidad del tratamiento en países de recursos limitados. La expansión de los servicios de terapia antirretrovírica y de PTMI se ve actualmente dificultada por la debilidad de las infraestructuras, la carencia de recursos humanos y económicos y las deficiencias en la integración de las intervenciones del VIH en los servicios generales de salud maternoinfantil.
Si se adoptan las recomendaciones aumentará considerablemente el número de personas que necesita tratamiento. Los costes asociados al hecho de comenzar antes el tratamiento se pueden compensar con la reducción de los costes de hospital, el aumento de la productividad debido a que serán menos los días de enfermedad, y la disminución del número de niños que quedan huérfanos por el sida y del número de nuevas infecciones por el VIH.
Otro reto radica en cómo instar a más personas a someterse voluntariamente a las pruebas y al asesoramiento del VIH antes de que muestren síntomas. Actualmente, muchas personas seropositivas esperan demasiado para acudir al tratamiento, normalmente cuando su recuento de células CD4 es inferior a 200 células por mm3. Sin embargo, los beneficios de comenzarlo antes también pueden alentar a más personas a someterse a estas pruebas y conocer su estado serológico.
La OMS, en colaboración con algunos de sus principales asociados, ofrecerá asistencia técnica a los países para que adapten, adopten y apliquen estas orientaciones revisadas. Las nuevas recomendaciones de la OMS, si se siguen a gran escala, mejorarán la salud de las personas que viven con el VIH, reducirán el número de nuevas infecciones y salvarán muchas vidas.